La NBA vive una euforia anotadora constante, personificada en el éxtasis individual de los últimos días: los 71 puntos de Donovan Mitchell, los 60, 51 y 50 de Luka Doncic, los 55 de Giannis Antetokounmpo, los 49 de Lauri Markkanen… Actuaciones espectaculares tan frecuentes que hacen que, cada vez más, el valor de cualquier gran exhibición individual sea ya relativo.
Abundantes derroches de calidad que no son más que la fotografía más llamativa del paisaje que se impone, el de la NBA más anotadora de la historia. Según datos del portal Basketball Reference, el rating ofensivo medio actual –puntos cada 100 posesiones–, es el más alto jamás registrado con 113,6, muy superior al 97,7 de la temporada 73-74, la primera de la que hay registros. En ocasión de este fenómeno, MD ha tomado el pulso preguntando a varios entrenadores y al mismo tiempo figuras reconocidas de la NBA para desgranar las causas.
“Hay jugadores extremadamente talentosos”, dijo Jordi Fernández, segundo entrenador de los Kings, en su entrevista a MD. Son tendencias del juego. Creo que, sobre todo en la liga regular y el inicio lo que prima más es el talento y lo ves en el día a día, hay jugadores extremadamente talentosos para anotar y los cambios de reglas que ha habido en la liga también favorecen a los tiradores”, opina el técnico de Badalona. “Hay jugadores muy buenos y cada vez es más difícil pararlos”, coincide José Manuel Calderón, hoy asesor especial en los Cavaliers.
“¿Que qué está pasando? Pues no lo sé… ¡Debe ser que con el inicio de año está todo el mundo ‘on fire’, tío!”, empezó contestando a MDentre bromas el entrenador de los Raptors, Nick Nurse. “Pienso que hay muchos jugadores increíbles, vi todas esas actuaciones y lo hicieron fantástico”, añadió Nurse, campeón de la NBA con la franquicia canadiense en ese bloque con Sergio Scariolo como entrenador asistente y Marc Gasol y Serge Ibaka en el roster.
“¿Estas anotaciones? Debe ser que con el año nuevo está todo el mundo ‘on fire’, tío”
“Hay que darle todo el crédito a los jugadores pero también a los entrenadores”, apuntó por su parte, a pregunta de otro medio, otro técnico con el anillo como Mike Budenholzer (con los Bucks en 2021). “La NBA tiene cuerpos técnicos de élite, entrenadores muy creativos, cada noche quedo impresionado”, dijo Budenholzer.
Pero, aunque no son tantos los que han levantado la voz contra la tendencia actual, también hay opositores. El que lidera la corriente crítica no es otro que el entrenador más veterano de la liga y el que más victorias acumula de toda la historia, Don Gregg Popovich, quien en su momento ya soltó que el basket de moda, el de los triples, “no es baloncesto”.
“Sólo espero que la liga termine con un tiro de 4 puntos o 5, así la podemos convertir en un circo de verdad. Ni siquiera será baloncesto, sólo sería un montón de basura”, espetó, con su todo ácido habitual, ‘Pops’, 73 años, más de 25 en los Spurs y hasta 5 anillos en su mano. Las opiniones de los expertos, así como la evolución de los datos, advierten, sobre todo, de cinco factores fundamentales para entender por qué estamos ante una NBA cada vez más anotadora.
1. La expansión del triple
No es ningún secreto que la llegada de la ‘era del triple’ es el principio que ha regido la tendencia. El tiro desde la larga distancia ha pasado de ser casi inexistente con los 0,8 lanzamientos convertidos por choque de la primera temporada de la que hay registros según Basketball Reference (79-80), a los 12,2 actuales.
Según un estudio que publicaba la NBA el año pasado, en el curso 10-11 los triples apenas representaban el 22% de los lanzamientos intentados para pasar a suponer el 39% de los tiros la temporada pasada, mientras el tiro de media distancia ha caído del 31% al 13% en este lapso. En la actual campaña, la proporción de triples asciende ya al 41,6%. “Los tiros de tres han llevado el juego a otro nivel”, subraya a MD el entrenador de los Blazers, Chauncey Billups, campeón de la NBA en 2004 como jugador con esos Detroit Pistons, la banda de los ‘Bad Boys’.
Popovich siempre dice lo que piensa
“Es mucho más difícil defender estos días con tanta gente tirando de tres”, asegura Gregg Popovich. “Y la cantidad (de tiros) es masiva y vienen muy rápido, así que la gente va a anotar. Simplemente, es así. Todavía puedes trabajar en la defensa a media pista, pero, en transición, cuando la gente amplía la cancha de la manera que los jugadores lo pueden hacer ahora y desde la distancia desde la que tiran, es obviamente”, destacaba el técnico de los Spurs en una de sus comparecencias estos días.
2. Jugadores cada vez más talentosos y completos
La evolución del propio jugador ha tenido un peso decisivo. El basket camina hacia un juego en el que las posiciones están cada vez más difusas porque cada vez más jugadores –sin importar su tamaño– pueden hacer más cosas. El fenómeno que está por venir, Victor Wembanyama, es el paradigma, pero la liga actual ya está llena de grandes ejemplos. El doble MVP Nikola Jokic –un pívot de 2,11– reparte asistencias como un base. A Giannis Antetokounmpo, otro ‘center’ de tamaño (2,13) los Bucks le preparan aclarados como si fuera también un base y el griego es también capaz de correr el contraataque como el ‘pequeño’ más veloz. Y Luka Doncic, un director de juegi de 2,01, ha llegado a ser este curso el jugador más eficiente posteando. Hoy, casi que para un pívot es tan importante tener tiro de tres como el rebote.
“Estos chicos son realmente talentosos y tienen multitud de maneras de anotar”, resalta Billups. El talento se trabaja cada vez mejor y el peso de las estadísticas, por supuesto, también ha hecho lo suyo como advierte José Manuel Calderón. “A más estadísticas, más conocimiento del juego, y eso lleva a que, si a un jugador se le da bien algo, lo haga más. Hay jugadores más buenos y cada vez es más difícil pararlos”, enfatiza el ex jugador de de Raptors y Cavaliers entre otros.
La versatilidad ofensiva ha ido acompañada de una cada vez mayor versatilidad defensiva pero los ataques son los que se imponen. Los propios Toronto Raptors, repletos de jugadores con tamaño pero a la vez atléticos -Juancho Hernangómez entre ellos-, son uno de los grandes ejemplos de esa polivalencia en ambos lados de la pista. Como muestra más evidente, el pívot titular -Pascal Siakam-, puede estar defendiendo al base rival y, en la siguiente jugada, ser él que empiece la acción. Y cualquier jugador que coja el rebote es el mismo que sale ya corriendo en transición.
3. Mayor ‘spacing’ y ritmo
La expansión del triple ha tenido su afectación en otras áreas del juego. El hecho de que haya cada vez más tiradores y con un acierto más elevado convierte por sí solo en más grande la pista como destaca Popovich. Los defensores tienen que pegarse más a los jugadores que atacan para tapar el tiro y eso abre directamente el camino de la penetración -tanto el del manejador como el del tirador-, y da más espacio para otros movimientos como los cortes.
La evolución del baloncesto hacia un juego más rápido también ha tenido un importante impacto. Las 92 posesiones de media que se jugaban por encuentro en el curso 09-10 han pasado a las 99 actuales. Y a más posesiones, más puntos.
La progresión que han seguido ciertas acciones concretas del juego desde 2015 -el primer año del que la NBA tiene registros-, habla muy claro de lo que se ha verticalizado y acelerado el juego. Los equipos tiran más de penetraciones -de las 33,7 de entonces a las 46 actuales-, hay más posesiones en transición -de 14,3 a 18,6-, y acciones que tienden a ralentizar más el juego como los jugadas en el poste han descendido casi a la mitad en estos menos de 10 años, de 8,14 a 4,7. El número de posesiones con aclarados se mantiene estable, de las 7,7 del curso 15-16 a las 7,6 actuales.
4. El cambio de reglas
Aparte de la famosa regla de los 3 segundos, la NBA ha ido modificando otras que favorecen el ataque como la nueva sanción este curso para las faltas que corten contraataques, que se castigan con un tiro libre y posesión. Un cambio que ha significado que la cifra de puntos por posesión en contrataque suba de 1,12 a 1,16, lo que resulta en 4 tantos más de promedio cada 100 posesiones.
Chauncey Billups, entrenador de los Blazers
“¿Si hay manera de parar esta tendencia ofensiva? No, es demasiado difícil”, afirma Billups. “Por supuesto, vas a hacerlo lo mejor que puedas, pero las reglas están hechas para el ataque. No puedes jugar de una manera física, y para parar a los jugadores te ves en problemas de faltas, tienes que ceder”, señala el técnico de los Blazes. “Los cambios de reglas que ha habido en la liga también favorecen a los tiradores”, coincide Calderón.
Billups hace referencia también a unos tiros libres que también tienen su incidencia, pues el 78% de media actual es el más alto de la historia.
5. ‘Ya no hay equipo pequeño’
El tan manido tópico fácil, también conocido como ‘cualquiera puede ganar a cualquiera’, es más cierto que nunca y es otro factor que explica las bárbaras exhibiciones individuales recientes, pues en casi todas ellas se trataron de partidos igualados. Sin ir más, lejos los encuentros de los 51 y los 50 puntos de Doncic llegaron en triunfos de Dallas muy ajustados contra equipos de la ‘clase baja’ de la NBA como San Antonio Spurs y Houston Rockets.
Además, las sorpresas se han sucedido en las últimas semanas, con las dos victorias de Orlando Magic contra los Boston Celtics, la paliza de Oklahoma City Thunder sin su estrella, Shai Gilgeous-Alexander, contra también unos Celtics que disponían de Tatum y Brown (150-117), la humillación de los Charlotte Hornets infligida a los Bucks (109-138) o el triunfo de los Pistons en casa de los Warriors (119-122).
“Se puede decir que cada vez hay más talento y también en los jugadores de rol, pero, a la vez, cualquiera te pueda ganar, ya no hay equipos fáciles en la NBA”, advierte José Manuel Calderón. Entre calidad, preparación y reglas, el éxtasis ofensivo de la NBA parece un fenómeno sin fin que crece desbocado. ¿Dónde está el límite?