Lo de Damian Lillard y su campaña para ser traspasado a los Miami Heat y sólo a los Miami Heat está tomando tal dimensión que hasta ha intervenido en el asunto la propia NBA. La liga estadounidense ha dado un toque al todavía jugador de los Portland Trail Blazers y su representante, Aaron Godwin, por su conducta y, de paso, ha recordado al resto de equipos cuáles son las normas.
Según informó la ESPN, la NBA ha enviado un memorando a las 30 franquicias avisando que cualquier jugador o agente que haga comentarios públicos o privados sobre que no va a cumplir plenamente con los servicios en caso de ser traspasado va a recibir una sanción, igual que las peticiones de traspaso por parte de un jugador, que en este caso sí que se pueden hacer por privado.
Los jugadores no pueden hacer una petición de traspaso de manera pública
Lillard ha dejado claro en público que su destino favorito es Miami, pero todo cobró todavía aún más repercusión cuando su agente llamó a las franquicias que no fueran los Heat avisando que si pujaban por obtener a la estrella traspasada estarían adquiriendo a un “jugador infeliz” con todas las consecuencias que ello conllevaría.
En el memorando, la NBA refleja que entrevistó tanto a Damian Lillard como a Aaron Godwin, quien según el documento que cita la ESPN negó que su cliente rehace jugar para cualquier equipo. Aún así, eso, que el base sólo jugaría en Miami, es lo que filtró el agente a los medios.
Bajo el nuevo convenio colectivo, el jugador que haga pública una petición de traspaso será multado con 150.000 dólares y será suspendido. Lillard ha dejado claro también a la NBA que cumplirá su contrato sea cuál sea su destino. El base tiene contrato hasta 2026 a razón de un total de 153 millones, con una opción de jugador de 63 millones para la campaña 2026-2027.
El All-Star pidió a los Blazers ser traspasado después de que la franquicia de Oregón decidiera usar el ‘pick’ 3 del draft para obtener a Scoot Henderson en vez de emplearlo como moneda de cambio para conseguir una estrella de rendimiento inmediato que ayudara a Lillard a aumentar las posibilidades de pelear por el anillo.
Con el base con muchas más prisas que los Blazers por hacerse con el título -todavía no lo ha conseguido a sus 33 años-, no ve otra opción más óptima por acercarse el trofeo Larry O’Brien que irse a Miami con Bam Adebayo y Jimmy Butler. Sin embargo, Portland no va a mover un dedo hasta que encuentre un trato favorable también a sus intereses como franquicia. Es por eso que su General Manager, Joe Cronin, ya advirtió que Lillard podría tardar “meses” en ser traspasado.