La NBA sigue esperando a Chima Moneke

La NBA sigue esperando a Chima Moneke

Nunca se había sabido de él. Llegó y lo alborotó todo en la ACB, indeseado por cualquier rival, vitoreado allá a donde fuera, venerado en el Nou Congost, el pabellón en el que la fiesta en Manresa nunca se acababa porque él nunca se callaba, para arriba y para abajo en la pista, un mate por aquí, un tapón por allí. Para arriba y para abajo luego en la grada al terminar, ese choque de manos por muchas que hubiera y cuantos selfies fueran necesarios. Su envoltorio, melena al viento con su cinta y sus gafas psicodélicas, le acabó de convertir en un reclamo hasta para la NBA, que no dudó en llamarle. Se fue y nunca más se supo de él. Pero eso es sólo lo que parece.

Chima Moneke, junto a LeBron en un Lakers-Kings de pretemporada

Getty Images

Si a alguien no le pega nada el silencio, pero nada de nada, es a Chima Moneke, el tipo que jamás baja el volumen, el que juega siempre a todo trapo. El ala-pívot, 14,5 puntos, 8,5 rebotes y 20,3 de valoración en 24 minutos el año pasado en ACB, está en Sacramento pero parece que no esté, apenas dos partidos jugados en lo que va de temporada y 4 minutos de media. De hecho, pasa la mayor parte del tiempo en los Stockton Kings, el filial de la G-League de la franquicia de California, donde sigue siendo el mismo, el Chima enérgico, desvergonzado, omnipresente, haciendo del derroche del espectáculo su modo de competir, de acumular llamativas cifras con promedios de doble-doble, 17,3 puntos, 11,4 rebotes, 3,7 asistencias y 1,7 robos en 35 minutos con un 55% en tiros de campo.

“Estamos muy contentos con él, está trabajando duro”


Jordi Fernández ha hecho historia para el basket español en la NBA al dirigir durante unos minutos el partido delos Kings ante los Raptors.

Jordi FernándezEntrenador asistente de los Sacramento Kings

Y los Kings, claro que le escuchan. Simplemente le piden que espere. “¿Si puede llegar a tener un rol importante en el equipo? Si no lo creyéramos, no estaría con nosotros”, asegura a MD el entrenador asistente de Mike Brown en Sacramento, Jordi Fernández.

“Es un jugador muy eficiente, también de cara al aro y está jugando de la manera que queremos jugar aquí. Eso tiene un proceso de adaptación, entender cómo funciona y necesita tener esos minutos de experiencia. Estamos muy contentos con él y su formación es muy importante para nosotros. En esta liga tienes que trabajar mucho para ganarte una oportunidad y él lo está haciendo. Tienes que estar preparado para que cuando le llegue el momento ayude al equipo y creemos en él”, argumenta el de Badalona, convertido la semana pasada en el primer entrenador español de la historia que dirige un partido de la NBA como primer técnico.



El catalán tuvo un peso importante en la decisión de Sacramento de traer a Moneke a Sacramento tras ser el valedor de su fichaje por el Baxi Manresa el año pasado. No sin alguna dificultad para adaptarse al principio al equipo, el ala-pívot nigeriano de 26 años, puesto en órbita por un entrenador de la discreción y el posado tranquilo de Pedro Martínez como curioso y maravilloso contraste, expresó una energía y una calidad impactantes en el vivo y marchoso baloncesto del Manresa. Un fascinante descubrimiento puesto que, dos años atrás, en comparación con su fastuoso hogar actual, andaba en los ‘suburbios’ del baloncesto, la Segunda División francesa.

Un chico peculiar como su entero ‘look’, un ‘bicho raro’, un ala-pívot que ni alcanza los dos metros -1,98-, pero que no se achantaba ante los más grandes, a la guerra jugándose la integridad física en el rebote, más listo que el hambre para convertir a los pívots intimidantes en los más torpes con sus penetraciones, su velocidad de la luz en las transiciones, subírsele ‘a las barbas’ cerca del aro con sus mates dignos de All-Star, muelles en vez de piernas en sus ‘patas’.

“Sé que soy un jugador NBA”


Chima Moneke

“¿Ir a un equipo de Euroliga el año que viene? Soy un jugador de NBA y lo sé”, advertía en enero en una entrevista a MD el interior, ‘fanfarronería’ en apariencia pero exuberante, inquebrantable y meritoria confianza en realidad, despreciado no hace tanto por uno de sus entrenadores en la Segunda francesa. “Me dijo que no tenía nivel para jugar en la Segunda División de Francia. Dos años después, yo estoy en la NBA y él sin trabajo”, resaltaba en una entrevista con Sport5 que recogió Basketnews.

Moneke, nacido en Nigeria pero criado en Australia y no drafteado en 2018 tras su paso por el basket americano universitario, tuvo el más dulce de sus despertares el 8 de mayo a orillas de la Ría de Bilbao, el mismo día que el Baxi Manresa no pudo disfrutar de un apoteósico fin de fiesta a su extraordinaria temporada al caer contra el Lenovo Tenerife en la final de la Champions (87-98). “Tenía una llamada perdida de Mike Brown”, recuerda el nigeriano en la citada entrevista. La devolvió rápido pero Brown le iba a llamar cuantas veces hiciera falta, buen conocedor de Moneke al dirigir la selección de Nigeria.



“Tengo una gran relación con ellos (Mike Brown y Jordi Fernández). La razón por la que vine a Manresa es Jordi, tengo una relación muy cercana con él y es la razón más importante por lo que ocurrió esta vez también”, dijo el ex del Manresa, aunque, con un contrato de dos años parcialmente garantizado, esa inquebrantable confianza no le garantizaba un puesto en el roster. Se lo tenía que ganar y se lo ganó, imponiéndose en el ‘cásting’ a jugadores del calibre de Kent Bazemore. 

“Liderar, jugar duro, defender, volver loca a la gente, ser un jugador favorito es todo lo que necesito hacer para permanecer en la cancha y ayudar al equipo a ganar”, confesaba Chima Moneke en una entrevista a la NBA. Y, de hecho, haciéndolo ya en el filial, está más cerca de hacerlo en los Kings según se deduce de las palabras de Jordi Fernández. 

“Él siempre ha sido un jugador eficiente, ya lo demostró en el Manresa, aporta mucha energía y rebotea bien, pero en la NBA su juego no puede ser exactamente igual que en Manresa, donde quizá se le pedía un rol diferente. Pero creemos que con nosotros se puede desarrollar, lo que vemos es un jugador que puede defender en muchas posiciones, rebotear en defensa y en ataque y, a partir de aquí, que siga trabajando. Su tiro de tres en la ACB e incluso en Francia ya era aceptable pero adaptarse a la NBA lleva su tiempo y en eso no tenemos ninguna duda”, destaca el técnico de Badalona.

“En la NBA tengo que ser quien soy”, advierte Moneke. En estos Kings que, tras 16 años sin play-offs, son la sorpresa de la temporada -sextos en el Oeste con 16-3-, quién sabe si la mayor sorpresa no está todavía por llegar, si a esta fiesta no le queda la traca final con el pregonero de esa Manresa que tanto ama. Chima Moneke no estaba ni está muerto, simplemente, está preparando la siguiente parranda.




Source link