Nadie ha sido tan determinante en los últimos tiempos para el Atlético de Madrid en sus visitas al estadio de San Mamés que Antoine Griezmann, goleador cuatro veces y asistente en otras dos en las últimas tres victorias allí de su equipo, que no vence desde 2017-18 en LaLiga en ese escenario, donde el internacional francés reaparece sumido en una crisis goleadora indudable.
Desde su lesión muscular, sufrida el 12 de diciembre en el derbi ante el Real Madrid, de la que recayó el 6 de enero en la Copa del Rey ante el Rayo Majadahonda y de la que reapareció el pasado 26 de febrero en el triunfo por 2-0 ante el Celta de Vigo, el ‘8’ rojiblanco no ha logrado batir la portería contraria. Ni en la Liga, en una secuencia de ocho partidos, ni en la Liga de Campeones, en cuatro consecutivos. Son ya doce en total.
Su último gol con el Atlético pertenece al año pasado, a 2021, al 7 de diciembre, cuando impulsó la clasificación del equipo para los octavos de final de la máxima competición continental en Do Dragao contra el Porto (1-3), con el gol que supuso el 0-1 y sin el que nada habría sido posible para el conjunto madrileño, tal y como se había desarrollado la hora de juego anterior, con el grupo dirigido por Diego Simeone relegado a un plan de resistencia.
Entonces, Griezmann ya rememoraba al del pasado, al que marcó 133 goles en 257 partidos en un lustro imponente que lo transformó en el quinto máximo goleador de la historia del club y en el mejor en 40 años; subido entonces en una racha que lo proponía de nuevo como un líder también en el apartado anotador, con seis dianas y tres asistencias en el trayecto de once partidos seguidos como titular hasta su lesión en el Santiago Bernabéu.
Ahora encadena doce sin marcar desde aquella dolencia, en una temporada por debajo de las expectactivas del atacante, cedido por dos años el pasado verano desde el Barcelona, con la opción de compra por parte del Atlético de 40 millones de euros, que será obligatoria dependiendo de que juegue el 50 por ciento de los partidos que esté disponible el próximo curso. Ha sumado 8 tantos en 34 duelos desde el regreso al club con el que más deslumbró en su carrera.
BUEN ESCENARIO
Si hay un momento que marcó un antes y un después en Griezmann en el Atlético, en el que coincide todo el mundo, está en San Mamés, el 21 de diciembre de 2014, en el 1-4 con el que el internacional francés desató definitivamente su eclosión a las órdenes de Simeone, que, hasta entonces, lo había alternado entre las titularidades y las suplencias, sin tomar aún la dimensión que después ha sido y que necesita recuperar en el presente: un atacante total. Y, sobre todo, determinante.
Nada que ver con el presente, apagado entre la indefinición ofensiva en la que también se mueve su equipo. Porque el futbolista que se fue del Atlético al Barcelona en el verano de 2019 era sobre todo decisivo, capaz de solucionar un encuentro mediante sus goles, sus asistencias o sus regates en cualquier momento, como tantas veces ha sufrido el propio Athletic Club, al que se mide de nuevo este sábado.
Goleador doce veces ante el conjunto bilbaíno, más que contra ningún otro rival en su carrera profesional entre la Real Sociedad (3), el Atlético de Madrid (5) y el Barcelona (4), fue definitivo en cuatro de sus últimas cinco visitas a ese estadio con su actual equipo: aparte del 1-4 de 2014-15, también dio el pase del 0-1 en 2015-16, anotó el 2-2 en 2016-17 y firmó uno de los pases de gol del 1-2 en 2017-18, la última vez que venció allí el Atlético.
No gana desde entonces el equipo de Simeone, que cayó por 2-0 en 2018-19, aún con Griezmann en su equipo, justo después del batacazo sufrido contra el Juventus y Cristiano Ronaldo en los octavos de final de la Liga de Campeones de aquel año; igualó 1-1 en 2019-20, justo cuando se reanudó la competición después del parón por la Covid-19; y vio en peligro el pasado título de Liga hace un año con un 2-1 en contra en terreno bilbaíno.
Ahí, el Atlético insiste en la clasificación para la Liga de Campeones de la temporada que viene, el único objetivo al alcance en esta campaña, una vez eliminado de la Champions y fuera de los primeros lugares de la Copa del Rey, de la que cayó en octavos, y de la Supercopa de España, cuando perdió 1-2 en las semifinales con el Athletic Club, al que sólo ha ganado uno de sus últimos cinco enfrentamientos. En la primera vuelta empataron a cero.
A cinco jornadas del final, el Atlético es cuarto, con 61 puntos. Está cuatro puntos por encima del Real Betis, quinto y al que tiene ganada la diferencia particular en sus enfrentamientos en el caso de un hipotético empate en la tabla al final de la Liga, y seis por delante de la Real Sociedad, sexta.
A la vez, el Barcelona y el Sevilla, segundo y tercero, respectivamente, lo aventajan en dos puntos. En su calendario figuran el Athletic Club, el Real Madrid, el Elche, el Sevilla y la Real Sociedad. Necesita al menos once puntos para no depender de nadie más que de sí mismo. Necesita a Griezmann. Y sus goles.