La nieve de los Pirineos se tiñe de marrón por una lluvia de polvo del Sáhara

En esta época del año la estampa de los Pirineos debería ser la de montañas cubiertas de nieve de color blanco inmaculado. Pero una lluvia de polvo procedente del Sáhara ha dado lugar a imágenes más propias del desierto africano en buena parte de Cataluña, así como de Aragón, Baleares, Andorra, la Comunidad Valenciana, Suiza y el sur de Francia. La nieve se ha teñido de marrón tanto en zonas de montaña como en ciudades. Usuarios han compartido fotografías  en Twitter en los que se puede apreciar vehículos y calles cubiertos de una fina capa de polvo.

Los meteorólogos explican que se trata de una lluvia de polvo procedente del Sáhara muy inusual. Los expertos están sorprendidos por el alcance que ha tenido, llegando hasta el sur de Francia e incluso Suiza. Un fenómeno que sólo se da en muy pocas ocasiones, provocado por el polvo que llega desde el norte de África y que se queda en el aire en suspensión. El fuerte viento es el que lo desplaza a miles de kilómetros.

La pregunta que se hacen muchos vecinos de las zonas afectadas es hasta cuándo durará la nieve teñida de marrón en los Pirineos. Los meteorólogos creen que esta estampa desaparecerá en unas pocas horas una vez comiencen las lluvias.

¿Por qué la nieve de los Pirineos es marrón?

Los meteorólogos de Aemet Aragón explican que este fenómeno tiene un nombre científico: lluvia de sangre. La mezcla de polvo procedente del norte de África y las precipitaciones da lugar a una especie de lluvia de barro. Para que esto se produzca, las lluvias tienen que ser muy débiles, casi imperceptibles, de tal forma que cuando se evapora el agua queda el residuo sólido del polvo, el cual se deposita sobre calles, coches, casas, y en el caso de los Pirineos, la nieve.

Al contrario de lo que se cree, las gotas de lluvia no se componen única y exclusivamente de agua. El agua se junta con unas partículas que reciben el nombre de núcleos de condensación (compuestos de materia orgánica, sales y polvo en suspensión), formando así las gotas de lluvia.

Este fenómeno es relativamente habitual en Canarias y en el litoral mediterráneo, y recibe el nombre de calima. El 5 de marzo de 2020 tuvo lugar en Canarias la peor calima en las últimas cuatro décadas, en la que se depositaron más de 61.000 toneladas de polvo procedente del Sáhara sólo en la isla de Gran Canaria. El tráfico aéreo tuvo que ser suspendido por falta de visibilidad.




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