Lezama, cómo no, también es motivo de debate un año después. El relevo en la presidencia del Athletic conllevó, lógicamente, otro en la dirección de Lezama.
Elizegi
dejó claro desde un primer momento que
Alkorta
iba a ser su hombre fuerte en la fábrica rojiblanca. Su rival en las urnas, en cambio, no lo especificó. Craso error.
Tras un tiempo de ajustes, retoques, bajas y altas; el nuevo equipo de trabajo del que fuera ex defensa del conjunto rojiblanco y del Real Madrid empezó a rodar de manera colectiva con el inicio de la temporada en curso. Cuentan
los asiduos a Lezama, los que conocen las tripas de la cantera e incluso las instalaciones rojiblancas, que ahora se respira otra atmósfera. Que la alegría y el buen rollo vuelven a imperar en los distintos equipos sin que eso signifique que el nivel de exigencia haya menguado.
Vaya por delante que soy de los que piensa que en Lezama se ha trabajado, trabaja y trabajará bien siempre. Hay quien incide más en la formación, hay quien prima el resultado y hay quien valora igual tanto la formación como el resultado.
Lo de bajas, altas, fichajes, cesiones, renovaciones y demás es otro mundo esté quien esté de director deportivo. Atrás quedan los tiempos en los que jugar
en el
Athletic
y solo en el
Athletic era el sueño común de cachorros y leones.
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