Estados Unidos tiene una nueva religión, de manera oficial. Se trata del Templo Satánico, que acaba de recibir tal designación por el IRS, la oficina de recaudación de impuestos, por lo que estará exenta de pagarlos.
Segun reportó la agencia AP, la organización con base en Massachusetts, confirmó la decisión a través de la carta que recibieron desde el IRS donde se les comunicaba la novedad que llega con el beneficio fiscal.
La carta incluía un código que la clasifica como ”iglesia o convención, o una asociación de iglesias”.
De acuerdo a la AP, la designación oficial será usada por el Templo Satánico en los casos de discriminación que han presentado en varias cortes en todo el país, como así también para solicitar subsidios federales.
El Templo Satánico es una organización que desde hace años funciona en EEUU, con grupos diseminados en varias ciudades, como Detroit o Salem, donde se profesa una estricta separación entre la iglesia y el estado.
En varias ciudades han reclamado la inclusión de sus principios o esfinges en lugares públicos, tal como le permiten a las iglesias cristianas.
En Little Rock, la capital de Arkansas, protestaron por la estatua sobre los Diez Mandamientos que adorna el edificio del gobierno, en reclamo de igual espacio para que coloquen una estatua de Baphomet, una figura que representa al grupo.
Quienes se consideran ”satanistas” no adoran al ”diablo” ya que en realidad son personas ateas.
En el sitio web de ”La Iglesia de Satanás”, se explica que ”Satanás es un símbolo de orgullo, libertad e individualismo. Nosotros no creemos en Satanás como un ser o persona”.
Por ejemplo, los miembros del Templo Satánico en Detroit siguen el principio que estipula ”las libertades de otros deben ser respetadas, incluyendo la libertad de ofender. La supresión deliberada e injusta de las libertades de otro es abstenerse de tu propia libertad”.
Para los miembros del Templo Satánico, Satanás es un ”Rebelde Eterno”, que se opone a ”la autoridad arbitraria defendiendo la soberanía personal frente a retos inimaginables”.
Para ellos, ”aceptar el nombre de Satanás es aceptar el cuestionamiento racional, desprovisto de lo supernaturalismo y supersticiones arcaicas basadas en la tradición”.