La OMS confirma que ninguno de los fármacos contra la covid que estaba probando salva vidas


Desde los primeros días de la pandemia, la urgencia por darle un tratamiento a los enfermos llevó a los médicos a usar fármacos diseñados para otras enfermedades con la esperanza de que pudiesen también funcionar contra la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus, el SARS-CoV-2.

El mayor estudio realizado hasta la fecha sobre cuatro de estos tratamientos acaba de demostrar que ninguno de ellos salva vidas de enfermos de covid, según anunció ayer por la noche la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El ensayo Solidarity de la OMS estaba probando la eficacia contra el SARS-CoV-2 de los antimaláricos cloroquina e hidroxicloroquina, el antiviral remdesivir, lopinavir y ritonavirs, usados contra el VIH, y el interferón. Ninguno de estos fármacos ha mostrado efectos significativos en la reducción de la mortalidad de los pacientes después de 28 días de tratamiento, ha confirmado la OMS en un comunicado.

El Solidarity ha sido un ensayo con pacientes único en su clase tanto por sus dimensiones como por la rapidez con la que se ha llevado a cabo. Se ha analizado la evolución de más de 11.200 pacientes en 400 hospitales de 32 países de todo el mundo. Los enfermos eran asignados de forma aleatoria a recibir o bien solo los cuidados normales o bien lo mismo más alguno de los tratamientos mencionados.

“Ninguna de las drogas estudiadas redujo la mortalidad en ningún subgrupo de pacientes ni tuvo efectos en la iniciación de la respiración artificial o la duración del ingreso hospitalario”, explica el estudio sobre el ensayo, que se ha publicado en abierto en la web y está siendo revisado para aparecer en una publicación médica especializada, según la OMS.

Estos resultados son el último clavo en el ataúd para tratamientos que han sido ensalzados por los políticos sin pruebas de su eficacia, en especial la cloroquina y su derivado hidroxicloroquina. Estas drogas calificadas como “revolucionarias” por líderes como Donald Trump en los primeros momentos de la pandemia han resultado no tener ningún efecto positivo e incluso es posible que sean contraproducentes en muchos enfermos.

Los resultados definitivos de Solidarity muestran no solo que no hay efectividad, sino que hay ligeramente más muertos en el grupo de enfermos que recibieron estos fármacos que en el de los que no lo tomaron

La OMS ya tuvo que parar en junio el uso de estos fármacos en el ensayo por sospechas de que aumentaba la mortalidad, aunque después lo reanudó tras una revisión más detallada, pues los datos preocupantes venían de un estudio que resultó ser un fraude. Un mes después, la organización volvió a sacar estos dos fármacos del ensayo basado ya en datos propios. Ahora, los resultados definitivos de Solidarity muestran no solo que no hay efectividad, sino que hay ligeramente más muertos en el grupo de enfermos que recibieron estos fármacos que en el de los que no lo tomaron.

En el caso del remdesivir, un antiviral desarrollado contra el ébola por la farmacéutica Gilead, los resultados abren una importante incógnita, pues el fármaco ha sido aprobado para su uso tanto en EE UU como en Europa de forma temporal hasta que hubiese datos sólidos sobre su efectividad.

El ensayo de la OMS demuestra que en términos globales esta droga no es efectiva. Pero un estudio publicado la semana pasada en la prestigiosa revista médica NEJM apuntaba que esta droga consigue que los pacientes se recuperen unos cinco días antes que los que no la toman. En ese estudio —que analizó a 1.062 pacientes— se detectó una reducción de la mortalidad en un grupo reducido de enfermos: aquellos que justo han empezado a recibir oxígeno pero no están aún en situación grave ni requieren respiración asistida. La farmacéutica Gilead está haciendo otro ensayo clínico para probar si el remdesivir administrado junto a un fármaco contra la artritis reumatoide llamado baricitinib aumenta los efectos positivos observados.

“Para todos los médicos que estamos luchando contra la covid estas son muy malas noticias”, resume José Ramón Arribas, jefe de enfermedades infecciosas del Hospital La Paz de Madrid, que participa tanto en Solidarity como en los ensayos de remdesivir patrocinados por Gilead. “Hay que esperar a que este nuevo estudio de la OMS sea revisado por expertos independientes y publicados en una revista médica, pero si se mantienen los datos, es probable que las agencias reguladoras [de medicamentos, como la AEMPS en España] saquen el remdesivir de las guías de tratamiento en pocos días o semanas”, explica.

El remdesivir ejemplifica lo complicado que es desarrollar un fármaco efectivo y demostrar que funciona. Parte de las discrepancias entre los estudios se pueden deber al diseño de los estudios. “Este antiviral había demostrado eficacia en cultivos in vitro [de laboratorio], en animales, e incluso en humanos de forma preliminar. El estudio publicado la semana pasada era científicamente de mayor calidad que el de la OMS, pero a cambio Solidarity tiene muchos más enfermos y además incluye un metaanálisis de todos los ensayos publicados sobre este fármaco; y confirma que no tiene ningún beneficio”, opina Arribas.

Roger Paredes, médico del hospital German Trias i Pujol de Barcelona que participa en los ensayos de Gilead, opina que es pronto para desechar el remdesivir. “Este fármaco funciona si se lo damos a las personas a las que debemos darlo”, explica.

Con estos resultados, los únicos fármacos que han demostrado efectividad contra la covid son la dexametasona y otros corticoides, que sí reducen la mortalidad de los pacientes en estado grave. La OMS explica que los más de 400 hospitales del ensayo Solidarity ya están probando la efectividad de nuevos antivirales, inmunomoduladores y anticuerpos monoclonales.

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