La OMS pide no bajar la guardia: “Ómicron es menos grave, pero la narrativa de que es una enfermedad leve cuesta vidas”


El debate sobre la estrategia con la que enfrentarse al coronavirus ha girado en los últimos días en torno a un posible cambio de enfoque: no contar cada caso, no hacer pruebas ante el menor síntoma y observar la covid-19 como una enfermedad respiratoria más. Es la llamada “gripalización”, una posición que defiende España a medio o largo plazo y que, de momento, no parece ser el camino que defiende la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Esta pandemia está lejos de terminar y con el increíble crecimiento de ómicron a nivel mundial es probable que surjan nuevas variantes, por lo que el seguimiento y la evaluación siguen siendo fundamentales”, ha dicho este martes en rueda de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Los responsables de la OMS han centrado su discurso en rechazar la idea de bajar la guardia: “Ómicron puede ser menos grave en promedio, por supuesto, pero la narrativa de que es una enfermedad leve es engañosa, perjudica la respuesta general y cuesta más vidas. No se equivoquen, ómicron está causando hospitalizaciones y muertes, e incluso los casos menos graves están inundando las instalaciones de salud”, ha añadido Ghebreyesus.

Maria van Kerkhove, jefa técnica de la OMS para la covid, ha sido aún más contundente: “Hay quien dice que ómicron será la última variante, que la pandemia termina con esto. Y no es así porque el virus está circulando a un nivel muy intenso por todo el mundo”. Ha señalado que en la última semana los casos han aumentado un 20% respecto a la anterior, con 18 millones de nuevos diagnósticos a nivel mundial. “Y creemos que se está infradiagnosticando. Hay que seguir aplicando estrategias integrales para reducir el impacto de la enfermedad”. La idea clave que transmite la OMS es “no tirar la toalla” respecto a cortar la transmisión del virus, en palabras del jefe de expertos sobre covid-19 de la OMS, Bruce Aylward. Si entramos en una fase en la que el virus circule libremente, “habrá más mutaciones de riesgo. Hay que reducir la transmisión todo lo posible. No hacerlo es algo que pagaremos caro”.

Esta advertencia se sustenta en los datos del último balance mundial de la pandemia, del 11 de enero: en la semana anterior los fallecimientos por covid-19 habían aumentado un 3% a nivel mundial. El crecimiento era especialmente acusado en la zona con menos población vacunada, África (84% más muertes que la semana anterior). “El virus está circulando demasiado y muchos siguen siendo vulnerables. Para muchos países, las próximas semanas siguen siendo realmente críticas para los trabajadores de los sistemas de salud”, ha dicho Ghebreyesus.

“Me preocupa que, a menos que cambiemos el modelo actual”, ha advertido el director general de la OMS, “entremos en una segunda fase de inequidad en materia de vacunas, aún más destructiva. Necesitamos asegurarnos de compartir las vacunas actuales de manera equitativa y desarrollar la fabricación distribuida en todo el mundo. Solo podemos vencer a este virus si trabajamos juntos y compartimos las herramientas de salud de manera equitativa. Es realmente así de simple”. Mientras que España ha vacunado al 81,66% de la población, según cifras de Our world in data, Nigeria solo ha inmunizado al 2,37%.

La OMS ha insistido en el riesgo de que siga habiendo países con tasas de vacunación tan bajas, tanto por el peligro que corren las personas vulnerables en estos países como por la posibilidad de que aparezcan nuevas variantes. “Ahora mismo no hay evidencia de que los niños o los adolescentes sanos necesiten dosis de refuerzo —en España no se están inyectando, pero en países como Israel o Estados Unidos sí se aplica un tercer pinchazo en este grupo de edad—”, ha puesto como ejemplo la científica líder de la OMS, Soumya Swaminathan. Además, esta experta ha rechazado que las vacunas se centren en variantes específicas: “Se corre el riesgo de ir detrás de la última variante y de que cuando consigas la fórmula haya otra variante nueva predominante. Es mejor tener vacunas multivalentes. Los datos hasta ahora son tranquilizadores”, ha añadido Swaminathan.

“En tiempos de ómicron, es más importante que nunca vacunar a los no vacunados. Las vacunas pueden ser menos efectivas para prevenir a infección y la transmisión de ómicron que para las variantes anteriores, pero siguen siendo excepcionalmente buenas para prevenir enfermedades graves y la muerte. Esto es clave para proteger a los hospitales de verse abrumados”, ha finalizado Ghebreyesus.


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