Oscar
de
Marcos siempre tiene un discurso muy coherente. Es uno de los capitanes del Athletic y ya todo un veterano dentro del vestuario rojiblanco. Por algo ha cumplido 400 partidos oficiales como león. El conjunto bilbaíno no vive una buena situación deportiva después de perder el pasado viernes ante el Celta en San Mamés. El de Laguardia se ha referido a ello en Radio
Bilbao de la Cadena
SER. “Es verdad que sí percibimos el nerviosismo de fuera, nos llega el ruido, es normal. Por un lado la situación es de pesimismo, es una situación un poco delicada a nivel social, pero a nivel deportivo hemos vivido situaciones más complicadas en cuanto a puntos y sensaciones. No estamos tan al extremo como se dice, pero es verdad que si nos relajamos vamos a sufrir, hay que disipar esas dudas que hay en el entorno”, ha dicho el polivalente jugador alavés.
La caseta dirigida por Gaizka
Garitano mantiene la calma. “No nos volvemos locos. No es una situación extrema de riesgo, hemos estado en situaciones peores y si nos contagiamos de las cosas negativas es peor para nosotros. Tenemos que intentar hacer mejores resultados y sensaciones para que haya menos dudas en el exterior y cambiar el ruido externo. Ahora mismo sabemos que la afición no lo está pasando bien, la culpa la tenemos nosotros, tenemos que tener más regularidad en resultados, no lo estamos consiguiendo, es lo que tenemos que conseguir”, ha añadido.
En el Athletic se está produciendo un cambio generacional. Están entrando en el once jóvenes como Vencedor, Morcillo o Villalibre que necesitan la ayuda de los veteranos, de los hombres con más peso, esos que las han vivido de todas las maneras: “Los roles están cambiando, cuando llegué hace años me tocó vivir los años de madurez con otros jugadores que estaban antes. Hay futbolistas que en dos meses asumen el rol de protagonista. Es verdad que la función de los veteranos es ayudar a los jóvenes, pero todo lleva su tiempo”.
Últimamente se está poniendo en duda la continuidad de Gaizka
Garitano al frente del banquillo de San Mamés. De
Marcos ya vivió la destitución de Eduardo
Berizzo al comienzo de diciembre de 2018, justo hace ahora dos años. “Para mí como jugador sin duda ha sido el peor día que he estado en Lezama, mucho peor que las lesiones. Es un sentimiento de culpabilidad. Hizo todo lo posible para que fuera bien. A un jugador no le gusta la destitución de un técnico porque también tiene culpa el jugador”, ha afirmado.
¿Cómo ves a Gaizka? “Le veo tranquillo, el ruido de fuera le llegará, pero con nosotros sigue como el primer día, en este aspecto le veo bien”.
De
Marcos considera positiva para el equipo la presión de la hinchada. “El aficionado siempre ha sido exigente y eso ha sido bueno para el equipo. Nos ven con posibilidades de estar más arriba y por eso nos exigen, porque creen que podemos dar más”.
El alavés añade que cada aficionado puede tener su opinión, pero él considera que la situación actual del equipo “es para estar más tranquilos, pero esta es mi opinión”.
Se vislumbran además unas fechas muy bonitas, con la Supercopa y la final de Copa ante la Real Sociedad en el horizonte. “Para mí esto es maravilloso. Tenemos la posibilidad de vivir algo que lo he estado soñando durante 12 temporadas (un título). Estamos a un paso. No hay nada más bonito en el fútbol que la imagen que todos recordamos de la gabarra surcando la Ría. Solo queda un paso, la temporada lógicamente es muy ilusionante”.
El de Laguardia termina contrato al final de esta temporada. De momento no tiene “ni idea” de cuál será su futuro. “Lo tendremos que decidir entre todos. Será lo que sea lo mejor para el Athletic. Es una decisión conjunta. Sea seguir o no, lo que quiero es lo mejor para el Athletic”.
Acumula 400 partidos como león. Ahora ocupa el decimonoveno puesto en el ranking de jugadores con más encuentros jugados y tiene cerca de Urrutia (401), Dani y Carmelo (402) y Aduriz (407). “Voy a pelear por jugar algún partido más”, dice entre risas. ¿Y crees que algún día serás para los jóvenes como Gurpegi lo fue para ti? “No sé si voy a llegar a alguien como me llegó Gurpe a mí. Gurpe es inigualable”, finaliza.
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