La palabra que cambió la historia de Michael Schumacher

Michael Schumacher ya fue protagonista de un reportaje de MD de hace unas semanas por su rocambolesca llegada a la F1, con un increíble debut con Jordan en Bélgica 1991 (Spa) aprovechando que había un asiento libre en aquella escudería porque uno de sus pilotos estaba en la cárcel por una pelea con un taxista. Pero hay más. Es importante recordar qué sucedió justo después, porque va ligado al lío legal que ha tenido el joven Oscar Piastri con Alpine. Alpine anunció que ascendería al australiano a la F1 en 2023 y horas después, el talento decía que no correría en Alpine el próximo año, sin revelar que realmente tenía un acuerdo con McLaren. Esa batalla legal finalmente fue resuelta por la Junta de Reconocimiento de Contratos de la Fórmula 1 (CRB), ente creado por el polémico caso que protagoniza estas líneas.

Michael brilló en Spa 1991 con Jordan con una espectacular 7ª posición en clasificación. Todos en la parrilla sabían que aquello no era normal. Sabían que había nacido una estrella. Pero algunos ya habían puestos sus ojos en él antes. Su agente, Willi Weber, jugó entonces un papel crucial con una pillería clave. Jordan quería que Michael firmara una carta de intenciones como requisito para correr en aquella cita de Spa. En ella, quería asegurarse el compromiso de Schumacher para competir con Jordan por tres temporadas. Sin embargo, Willi, cuando recibió la carta, cambió la historia modificando una palabra. 

Una modificación aparentemente normal

La frase inicial que aparecía en el precontrato era: “la próxima semana firmará el contrato”. Pasó a ser: “firmará un contrato”. No parecía un cambio sustancial, pero días después, se convirtió en fundamental, porque Schumacher sí firmó “un contrato”, pero no con Jordan. Lo firmó con Benneton. Ese pequeño cambio significaba que Michael podía poner su rúbrica en un documento que le ligara a otro equipo.

Flavio Briatore, astuto como pocos, mientras Michael se exhibía en Spa ya estaba hablando con Willi Weber para convencerle de que su representado se uniera a su equipo, de la parte delantera de la parrilla, recordándole además que Jordan no se encontraba en una situación fácil. La oferta era muy tentadora y el italiano se llevaría a la estrella emergente.

La maniobra de Flavio Briatore

Aunque la historia no terminó aquí. Quedaba otra complicación que afrontar para que Michael pilotara para Benneton. Es justo ahí donde aparece la pillería del dirigente italiano. Benneton ya tenía a dos pilotos con contrato: Nelson Piquet y el también brasileño Roberto Moreno. ¿Qué podía hacer? Su primera propuesta a Moreno fue pagarle su salario hasta final de curso y una indemnización por dejarle sin volante desde ya. 

“Solo tuve un problema: Moreno. Hablé con él esa semana y le dije: ‘estas son tus dos últimas carreras. El año que viene, ya no correrás con nosotros. Te pagaré tu salario hasta el final. Y te doy un extra si lo dejas ahora’. Me dijo que tenía que consultarlo con su esposa. Luego me llamó para decirme que no”, expresó Flavio en 2020 en el podcast oficial de la F1, ‘Beyond The Grid’.

“El contrato entre Moreno y nosotros no estaba bien escrito. Como era el primero, cometí muchos errores. El abogado del equipo me dijo que tenía que volver a hacerlo porque la diferencia entre el chasis y el coche no estaba clara”. Es decir, el texto le aseguraba a Moreno “el chasis” pero jamás pilotar un coche. “En Monza, le dije al juez que el contrato hablaba del chasis y no del coche. Cuando Moreno comenzó a entenderlo, llegamos a un acuerdo y Michael se quedó el volante”. Moreno pasó así Jordan para ocupar el sitio de Michael. Por su parte, un joven Schumacher correría en su lugar en Benneton ya desde el GP posterior al de su debut, en Monza 1991, hasta 1995. En esos años se convirtió en una estrella con la consecución de dos títulos (1994, 1995).

Distintas versiones

“No se lo quitamos a Jordan”, matizó Briatore. “No se lo robamos porque nunca tuvo contrato con Jordan. Solo lo tuvo para una carrera”.

“En ese momento, estábamos buscando un piloto joven porque no teníamos dinero para fichar a Senna o a Prost. Mi idea era encontrar un piloto muy bueno y joven, el futuro Prost, el futuro Senna, el futuro Berger, y desarrollarlo dentro del equipo. Piquet estaba al final de su carrera y Moreno no era lo suficientemente bueno como para competir en F1”, apuntó.

“Jordan no tenía contrato con Schumacher. Era muy simple: una carrera, y Jordan esperaba 300.000 o 400.000 dólares del patrocinador TicTac. En el contrato con Michael ponía ‘o encuentras el dinero o nuestro contrato es nulo’. Yo le di el dinero a Willi Weber y le dije: ‘Te pago para que corra con nosotros, no quiero dinero de su patrocinador. Yo te pago los 400.000 y tú mandas el dinero a Eddie Jordan’. Luego fuimos a Monza y él no tenía contrato. No hablamos con Eddie, y protestaba diciendo que tenía contrato, pero no era así”, explicó.

Por su parte, Jordan sostuvo que era todo cosa de Bernie Ecclestone, entonces mandamás de la F1: “Fue el que instigó y orquestó todo, no importa lo que digan otros”.

“Bernie se dio cuenta del interés alemán en la F1 cuando vio los balances del GP de Bélgica. Atrajo a 20.000 espectadores más. Ahí fue donde terminó de madurar la idea de tener un piloto alemán en la parrilla. Así que lo llamó a Flavio y le dijo que lo colocara en uno de sus coches en Benetton”, comentó