La pandemia dispara un 45% los delitos de atentado contra la policía


Los delitos de atentado a la autoridad, resistencia y desobediencia a los Mossos d’Esquadra y las policías locales en Cataluña han crecido cerca de un 44,5% (más de 4.500 casos) el año 2020, según datos policiales consultados por EL PAÍS. La cifra —no definitiva, a la espera de la memoria oficial de los Mossos— refleja los enfrentamientos con la ciudadanía en un año marcado por la pandemia. Los sindicatos policiales coinciden en señalar una mayor crispación social. Algunos acusan también al consejero del Interior, Miquel Sàmper, de desproteger a los agentes con algunas de sus declaraciones públicas.

La pandemia provocada por el coronavirus ha supuesto una caída en picado de la mayoría de los delitos que tradicionalmente más inseguridad generan, como los robos en domicilios o los violentos, con una significativa bajada en ciudades como Barcelona, que afrontó en el verano de 2019 una crisis grave de seguridad. Pero la covid ha supuesto también una mayor exposición de las policías, que son quienes controlan que se cumplan las medidas, cambiantes y restrictivas, a una sociedad cada vez más agotada.

“Se nota incluso en una multa de tráfico, por no llevar el cinturón. Ahora la gente se rebota más y te cuestiona constantemente”, explican fuentes policiales, que señalan un “cansancio” evidente de los ciudadanos tras casi un año de restricciones para evitar la propagación del coronavirus. ”Desde el inicio hemos visto que la mayor interactuación suponía también un aumento de este tipo de delitos”, explican otras fuentes policiales. El consejero del Interior, Miquel Sàmper, recordó ayer que la inmensa mayoría de los ciudadanos cumplen con las medidas.

”La gente joven, y el resto también, está harta de la situación. Y se está perdiendo el respeto a la policía totalmente”, indica el portavoz del sindicato Uspac, Alberto Palacio, que teme que la situación “irá a más”. “La sociedad está muy crispada. Te están limitando derechos y la vida, sin entrar en si está bien o está mal”, dice.

”La situación viene de lejos. La falta de respeto es una tendencia al alza. Y entran en juego muchos factores, como que siempre seamos cuestionados. Tirar cosas y atacar a la policía está casi bien visto”, critica Toni Castejón, portavoz del sindicato mayoritario Sap-Fepol. Todos los sindicatos con representación en los Mossos coinciden en que la policía ha perdido buena parte del principio de autoridad, agravado durante la pandemia. “Si se trata de grupos de jóvenes, cuando intervienes a las 11 de la noche es como si fuesen las 5 de la mañana y parte de la diversión es liarla con la policía”, añade Castejón, quien asegura que, después de los sanitarios, la “carga de la pandemia y el efecto social de cómo repercute en la gente” recae en las policías.

”La ciudadanía está más irascible, a la que salta. Que si la mascarilla, que si no puedes salir…”, explica Nacho Álvarez, portavoz del SME. Su sindicato reclama una mejor distribución de los efectivos policiales y que no hay patrullas solas con dos agentes e incluso casos con un único policía que deba hacer frente a este tipo de situaciones.

”La pandemia está influyendo a toda la sociedad. La gente está crispada por muchos motivos, con problemas económicos, y eso conlleva malestar y angustia”, se suma Mònica Saltor, del sindicato Sindi.CAT. “Está bien que los policías no demos miedo, pero se ha pasado un episodio más, y parece que no tenemos derechos, que hemos perdido el principio de autoridad”, añade. “Sale más caro saltarse un semáforo en rojo o pagar la grúa del coche que pegar a un policía”, opina David Miquel, del sindicato SPC, que señala que la policía es el último eslabón de una sociedad que ha ido quebrando el principio de autoridad en distintos ámbitos.

Críticas a Sàmper

]La mayoría de los sindicatos critican también una decisión polémica anunciada por el consejero del Interior, Miquel Sàmper, solo llegar al departamento: que la Generalitat solo ejercerá la acusación particular por lesiones, y no por atentado a la autoridad, en el caso de policías heridos en intervenciones de orden público. “Esas declaraciones de Sàmper tampoco ayudan. Dan a entender que agredir a un policía solo es una multa”, se queja Palacio. </CW>”Son unas declaraciones muy desafortunadas, esperamos que nos lo aclare”, coincide Álvarez, sobre esta medida que Sàmper dijo que estaba en estudio. “Es un mensaje que algunos interpretan como manga ancha, que no hay problema en atacar a un policía”, añade Miquel. “¿Cómo puede ser que nuestro consejero, una de sus primeras declaraciones sea que rebajará la acusación de la Generalitat en los casos en los que un mosso salga herido?”, concluye Saltor.


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