La pandemia reduce a la mitad el beneficio de la mayor petrolera del mundo

Vista de la refinería de Ras Tanura, propiedad de Saudi Aramco.
Vista de la refinería de Ras Tanura, propiedad de Saudi Aramco.Ahmed Jadallah / Reuters

La mayor petrolera del planeta, Saudi Aramco, obtuvo un beneficio de 35.015 millones de dólares (29.998 millones de euros) en los nueve primeros meses de 2020, casi un 49% menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior, cuando ganó 68.190 millones de dólares. Pese a la notable merma, la empresa, que se estrenó en Bolsa a principios de año, ha optado por mantener la hoja de ruta prevista para el dividendo en un movimiento que busca contentar a sus accionistas e inyectar recursos a las muy golpeadas arcas del Reino del Desierto: solo entre julio y septiembre, la compañía con sede en Riad distribuyó casi 19.000 millones de dólares entre los tenedores de títulos, un 40% más que en el mismo periodo de 2019.

El maná del dividendo llega en un periodo crítico para las finanzas públicas de Arabia Saudí, segundo productor y primer exportador mundial de petróleo. La complicada —y muy necesaria— diversificación de la economía saudí depende directamente del éxito con el que la, por mucho, mayor compañía del país del Golfo sea capaz de capear el temporal de la covid-19 en los próximos trimestres: sin sus recursos, la empresa se tornaría prácticamente imposible.

Tras al batacazo propiciado por una pandemia que ha lastrado el consumo —y el precio— del crudo en todo el mundo, las cuentas de la semiestatal saudí mejoraron ligeramente en el tercer trimestre, con el inicio de los desconfinamientos: entre julio y septiembre su beneficio rozó los 11.800 millones de dólares, un 44% menos que en el mismo periodo de 2019, según los resultados presentados este martes. Aramco tiene uno de los costes de extracción de crudo más bajos del planeta, lo que le otorga una ventaja enorme respecto a sus competidores: incluso en las circunstancias más complicadas, con la mayor parte del sector en números rojos, la saudí es capaz de seguir ganando dinero.

Aunque los resultados presentados este martes sugieren que lo peor de la pandemia podría haber pasado ya en materia económica, el gigante saudí aún tiene importantes retos por delante: octubre fue el peor mes para el precio del crudo en los mercados internacionales desde marzo, y las principales referencias del sector siguen mínimos de cinco meses ante el avance de la segunda ola en Occidente. Además, dos intermediarios clave en el sector, Trafigura y Vitol, acaban de arrojar un jarro de agua fría para la industria: el primero espera una caída de hasta 92 millones de barriles diarios respecto a sus previsiones iniciales para la temporada de invierno y el segundo ha elevado hasta los 96 millones tras los nuevos confinamientos en varios países europeos.

Menos coches circulando y menos aviones volando solo puede significar una cosa: menos gasolina y queroseno consumido. Y los inversores ya anticipan que, en los próximos meses, ambas circunstancias tienen muchos visos de convertirse en realidad: en las actuales circunstancias, cualquier esperanza de que las aerolíneas europeas aumenten paulatinamente su capacidad en el tramo final del año o que las estaciones de servicio vean un aumento de afluencia parecen poco menos que una quimera. Solo la mayor actividad económica en algunos grandes países asiáticos —donde descansa buena parte del negocio de Aramco—, con China a la cabeza, supone hoy un pequeño apoyo para los precios.

En la nota que acompaña los resultados, el presidente ejecutivo del poderoso conglomerado saudí, Amin Nasser, ya dice ver “signos de recuperación gracias a la mejora de la actividad económica y a pesar del viento de cara en los mercados energéticos”, con una mejora en los flujos de caja. La caída anual del resultado en el tercer trimestre fue, en efecto, notablemente menor que la registrada en el segundo: entonces la caída fue del 73% y muchos analistas ya consideraban un hito haber logrado un resultado positivo en plena tormenta global. “Confiamos en nuestra capacidad para superar estos tiempos difíciles y cumplir nuestros objetivos”, cierra Nasser.


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