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La parábola de Saúl Ñíguez

Uno de los protagonistas del encuentro entre el Atlético de Madrid y el Cádiz fue Saúl Ñíguez. El ilicitano se convirtió en una de las grandes novedades del once del equipo rojiblanco y además anotó el gol más bonito del encuentro. Un tanto muy importante porque supuso el 1-2 con el que se llegó al descanso.

Minuto 44 de partido. Lemar que pone un centro al área y en primera instancia Saúl que remata metiendo el pie como puede y la pelota que dibuja una impresionante trayectoria para colarse en una bella vaselina a Ledesma por el segundo palo. Un auténtico golazo. Otra cosa será si fue intencionado o no, pero desde luego que fue un auténtico golazo. Un gol que llegó unos minutos después de que el Atlético encajase el 1-1. Así que fue clave para el devenir del encuentro.

Y es que Saúl Ñíguez fue la gran sorpresa del once del Atlético de Madrid. Por primera vez en la temporada ocupó el puesto de carrilero que habitualmente desempeña Carrasco y que en esta ocasión no pudo tras dar positivo por Coronavirus. Todas las miradas estaban puestas sobre Renan Lodi, que hasta el momento había sido el jugador que le había sustituido. De hecho frente al Valencia ocupó el carril izquierdo porque a Yannick le pusieron en el derecho. Pero Simeone decidió dar entrada al alicantino por esa banda.

Desde hace dos temporadas que el Cholo viene contando con Saúl para esa demarcación, aunque él siempre ha señalado que prefiere jugar en su puesto natural que es el centro del campo. Algo que no ha ocultado ni siquiera en sus declaraciones públicas. Una buena moraleja para cualquier futbolista….

En la segunda parte ya entró Renan Lodi en su lugar. El brasileño dejó buenas sensaciones. Veremos a quién elige el Cholo en esa demarcación contra el Celta de Vigo. Seguramente que Carrasco, al igual que Hermoso, no puedan llegar para ese encuentro por los 15 días que suele durar la enfermedad.


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