El premio para Villalibre por sus buenos minutos cada vez que sale desde el banquillo es seguir siendo revulsivo. A Garitano le cuestionaron en la previa de Valladolid sobre en qué escenario de partido vería titulares a Williams y al gernikarra. Un tándem que se está entendiendo en los pocos ratos que coincide en el verde y que además ofrece más soluciones a los Muniain, Unai López y compañía que tiene a la espalda.
“Nos gusta mucho, pero no tendríamos delanteros para sacar”, aseguró Garitano. Es comprensible que quiera guardarse alguna bala en la recámara, pero tampoco pasaría nada por dejar algún día en el banquillo a Raúl García, que está siendo intrascendente en los últimos partidos.
No sería extraño que Villalibre se sintiera confuso. El mensaje que le están transmitiendo es que lo está haciendo bien, pero que con eso no es suficiente para dar el salto a la titularidad. Paradójico. Quizás el ‘búfalo’ piense aflojar un poco la próxima vez que salga de refresco a ver si así se le abren las puertas del once.
Y ya no es que lo esté haciendo bien cuando juega, que lo está haciendo, es solo por probar ante un evidente problema con el gol. El de Gernika entró en Valladolid y en cinco minutos tuvo más peligro que el que había generado todo el frente de ataque hasta entonces.
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