La pastilla que va a hacer que vuelvas a tener 20 años de un plumazo: Harvard tiene la culpa

Gracias al hallazgo de un equipo de biólogos del MIT y Harvard, revertir el envejecimiento podría ser una realidad en un futuro no muy lejano. Los investigadores han descubierto un grupo de moléculas que juntas pueden rejuvenecer las células envejecidas. Un hito histórico que podría abrir la puerta al tratamiento de enfermedades relacionadas con la edad, como el párkinson o el alzheimer. Una sola pastilla podría regenerar el cuerpo entero.

La pastilla antienvejecimiento

La nueva técnica esta basada en los hallazgos del doctor japonés Shinya Yamanaka en el campo de las células madre. Yamanaka y el doctor John B. Gurdon lograron reprogramar células normales para que se convirtieran en pluripotenciales, es decir, células madre que se pueden desarrollar en cualquier tipo de célula especializada. Un descubrimiento que ha sido clave para que los científicos desarrollen nuevas técnicas muy prometedoras de cara al futuro. Estas han logrado grandes avances, como por ejemplo la creación estructuras de células que tienen la capacidad de reparar la médula espinal.

Los investigadores de Harvard ya tuvieron éxito en el pasado aplicando los genes de Yamanaka en células para revertir su envejecimiento. Lo hicieron sin provocar su crecimiento desordenado, ya que esto podría convertirlas en cancerosas. Los estudios se llevaron a cabo en diversos órganos y tejidos, como el cerebro, los riñones y el nervio óptico. El tratamiento consiguió alargar la vida útil prolongar la vida útil en ratones.

En el nuevo estudio, los científicos trataron de buscar diferentes moléculas que pudieran funcionar de manera conjunta para revertir el envejecimiento celular y rejuvenecer las células humanas. Para comprobar cuál era el efecto de las moléculas en las células, los biólogos contrastaron sus efectos en células jóvenes, viejas y senescentes. La senescencia es como se denomina al proceso que sufren las células cuando su ADN está dañado y no son capaces de activar su proceso de autodestrucción. Estas células se quedan en el organismo y contribuyen al envejecimiento y al desarrollo de enfermedades como el párkinson, el alzhéimer o algunos tipos de cáncer.

«Hasta hace poco, lo máximo que podíamos hacer era retrasar el envejecimiento. Nuevos descubrimientos sugieren que ahora podemos revertirlo. Hasta ahora, este proceso requería terapia génica, lo que limitaba su uso generalizado», afirma David A. Sinclair, catedrático del Departamento de Genética, codirector del Centro Paul F. Glenn de Investigación en Biología del Envejecimiento de la Facultad de Medicina de Harvard y científico principal del estudio publicado en la revista Aging, según recoge ‘El Confidencial’.


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