Un payaso tocó la puerta de Marlene Warren una mañana de mayo de 1990, le entregó claveles y globos y luego la mató a tiros frente a su hijo en Wellington, en West Palm Beach. El martes, la expareja del esposo de la víctima finalmente se declaró culpable de ser la asesina, cerrando el misterioso caso que sacudió a Florida.
Sheila Keen-Warren, de 59 años, se declaró culpable de asesinato en segundo grado en un acuerdo que probablemente la dejará en libertad en no más de dos años.
Marlene Warren recibió un disparo fatal en el rostro en mayo de 1990 por un payaso con peluca naranja, nariz roja y pintura blanca en la cara que le entregó claveles y globos tras abrir la puerta de su lujosa casa en el sur de Florida.
Keen Warren fue arrestada en 2017 en Abingdon, Virginia. Los detectives en ese momento dijeron que los avances en la tecnología sobre ADN, junto con la evidencia recopilada hace décadas, mostraban que Keen Warren era la asesina. En el momento del tiroteo, ella era empleada del esposo de Marlene Warren, Michael, en su lote de autos usados. Se casaron en 2002.
El fiscal estatal del condado de Palm Beach, Dave Aronberg, dijo en un comunicado que el acuerdo de culpabilidad “obtuvo una medida de justicia” para Marlene Warren y su hijo. No se dio aviso público para la audiencia de declaración de culpabilidad del martes en West Palm Beach, que de otro modo habría atraído a una multitud de reporteros y espectadores. En cambio, se manejó en silencio durante la pausa para el almuerzo del juez de circuito Scott Suskauer de otro juicio por asesinato.
Su juicio estaba programado para comenzar el próximo mes y, de ser declarada culpable, habría recibido cadena perpetua. Si hubiera recibido cadena perpetua, probablemente habría obtenido la libertad condicional después de cumplir 25 años. Originalmente, los fiscales buscaban una sentencia de muerte, pero finalmente la abandonaron.
Los testigos dijeron a los investigadores en 1990 que en ese momento Sheila Keen y Michael Warren estaban teniendo un romance, aunque ambos lo negaron.
A lo largo de los años, dijeron los detectives, los empleados de la tienda de disfraces identificaron a Sheila Warren como la mujer que había comprado un traje de payaso días antes del asesinato.
Y uno de los dos globos, uno plateado que decía: “Eres el mejor”, los compró en un supermercado Publix cerca de su casa. Los empleados dijeron a los detectives que una mujer que se parecía a Keen-Warren había comprado los globos una hora antes del tiroteo.
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