¿Cuándo acabará la mala suerte? Esa es la pregunta que se debe estar haciendo Fernando Alonso tras la disputa del GP de Emilia Romagna de Fórmula 1. Han pasado cuatro carreras de la temporada y el bicampeón del mundo de F1 solo suma dos puntos en la clasificación general de pilotos, resultado que no refleja para nada las sensaciones que ha dejado su Alpine en este inicio de campeonato.
Sin ir más lejos, su compañero, Esteban Ocon, ocupa la novena plaza del Mundial con 20 puntos, acumulando dos séptimas posiciones y un sexto puesto en Arabia Saudí, solo quedándose fuera de los puntos en Imola por un fallo de fiabilidad que afectó a su resultado en clasificación. Es normal pues que Alonso afirmase tras la cita italiana que debería tener “25 o 30 puntos”. Pero por una sucesión de cuestiones fuera de su alcance, el ovetense acumula tres fines de semana sin ‘mojar’, sumando además dos abandonos en las últimas tres carreras.
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“Creo que hay muchos momentos desafortunados para mí hasta ahora en el campeonato, fuera de mis manos o de mi control, y este es otro ejemplo”, dijo en Imola tras recibir un golpe de Mick Schumacher que le dejó fuera de carrera al destrozar el pontón derecho de su Alpine A522.
“Prefiero terminar mejor la temporada que empezarla bien y luego terminarla mal. Pero al mismo tiempo, obviamente, cuando ves las carreras en la televisión, y he estado viendo demasiadas en este momento, tener solo dos puntos en el campeonato mientras que debería tener quizás 25 o 30… eso es doloroso”, apuntaba el ovetense. Vive una auténtica pesadilla que espera que se acabe pronto.
“Debería tener quizás 25 o 30 puntos… eso es doloroso”
“Creo que en sensaciones son mejores que los resultados a día de hoy, así que a ver si tenemos esa suerte en los próximos grandes premios”, decía en la segunda cita, en Arabia Saudí. Y lo peor para él es que esa misma frase le sigue sirviendo. Decía que tras tantos golpes de mala suerte, estaba seguro de que a lo largo del curso habrá “carreras de muchísima suerte”. Quedan 19. De momento, en las primeras cuatro, nada de nada.
Tres carreras sin puntuar por cuestiones ajenas a su pilotaje
En Arabia Saudí, Fernando Alonso abandonó por un problema en la bomba de agua que afectó al motor. En Australia, un fallo de una pieza insignificante le dejaba sin poder pelear por la primera fila en clasificación y le retrasaba a la décima plaza, afectando claramente a su resultado posterior y a la estrategia. Posteriormente, en carrera sufría la enorme degradación de su Alpine. Y por tercera semana consecutiva, Fernando Alonso terminó fuera de los puntos en Imola, esta vez por un golpe debido a un error de Mick.
Las futuras penalizaciones
A ello hay que sumarle un factor importante: Fernando Alonso recibirá seguro a lo largo de la temporada alguna penalización por cambio de motor. Y debería hacerlo antes que el resto. En la primera carrera, en Bahrein, pese a poder acabar la cita, posteriormente Alpine encontró un fallo en su motor y ello le hizo estrenar su segunda unidad en Arabia. Allí, en Jeddah el citado problema con la bomba de agua destrozó ese propulsor. Y en la tercera carrera, en Melbourne, tuvo que estrenar su tercer motor, llegando así al límite de unidades de potencia permitidas por reglamento en todo un año (23 Grandes Premios).
La próxima unidad nueva que monte acarreará una sanción de puestos en parrilla que debería condicionar sus opciones.
Coche rápido, pero debe mejorar un aspecto clave
Alpine se ha mostrado un coche rápido, con potencial para luchar por liderar la zona media y con un buen ritmo de clasificación. En circuitos de baja carga (trazados rápidos), el coche puede incluso asomar la cabeza en clasificación como lo hizo en Australia, donde Alonso estaba seguro de que podía haber peleado por la pole. Al margen de la necesidad de mejorar la fiabilidad del motor, que de momento no afectó a Fernando en Imola, una de las dudas principales en el coche francés está en su elevadísima degradación de las gomas, que le impide igualar su ritmo de ‘qualy’ con un buen ritmo de carrera.
Alonso degradó muchísimo los neumáticos en su primera tanda de Bahrein, o por ejemplo, en Australia volvió a dañar mucho las gomas, causa por la que acabó 17º con una parada extra al final. Y volvió a ocurrir en Imola en la carrera al sprint. Por eso, Alonso destacaba tras la manga corta del sábado que su equipo debía centrarse en analizar y entender dicho aspecto para dar pasos al frente.