La plantilla del Génova registra 14 positivos por covid-19


La serie A contiene el aliento después del primer caso importante de contagios en un club de la primera división de fútbol italiana. El Génova informó el lunes que 14 miembros de su plantilla y del personal del club habían dado positivo por covid-19 en las pruebas a las que fueron sometidos. El brote rompe completamente los esquemas previstos por la Federación de Fútbol Italiana y coloca contra las cuerdas al equipo, que perdió el pasado fin de semana 6-0 contra el Nápoles. Pero también a muchos de sus rivales. Si se perdiese el rastro de la cadena de contagios, podría interrumpirse el campeonato, que en Italia había vuelto a comenzar con una parte de público en los estadios y con un protocolo que se ha demostrado fallido.

El club ha intentado controlar la situación y ha emitido un comunicado el que señala que ha activado “todos los procedimientos previstos por el protocolo vigente y ha informado a las autoridades pertinentes sobre los procedimientos”. Pero el elevado número de contagios invita a pensar que no será suficiente. Entre los 14 positivos hay 11 jugadores y tres miembros del staff. Además, los jugadores del Nápoles se han sometido a las pruebas pertinentes para comprobar si pudieron resultar contagiados también durante el encuentro.

El sábado, antes del partido, los jugadores – aparte de Lasse Schöne, que no fue convocado por su positivo- dieron negativo en las pruebas. Fue así porque acababan de contraer el virus y todavía no era detectable. El lunes saltaron todas las alarmas. Según el rastreo del club, había nacido todo en el portero Mattia Perin, que el jueves ya tenía fiebre, que resultó positivo el sábado y ya había contagiado a sus compañeros. El virólogo Fabrizio Pregliasco analizaba en la Gazzetta dello Sport que era posible que el cancerbero hubiera resultado contagiado hace una semana, en el día de descanso del equipo. Un margen de tiempo que permitió que se entrenase durante toda la semana con sus compañeros sin síntomas -hasta la fiebre- y que les contagiase a ellos.

El domingo, a las 9.30 de la mañana, el equipo viajó a Nápoles con varios miembros de la expedición contagiados. Muchos de ellos -no ha trascendido el nombre de los positivos- participaron en el encuentro y pudieron contagiar a sus rivales. Una situación que revela errores en el sistema de prevención. Para empezar, a la luz de la cadena de contagios del Génova, el hecho de realizar las pruebas solo 48 horas antes del partido ya no parece un método suficientemente fiable. Además, Pregliasco también señalaba que debería establecerse una burbuja para la vida social de los jugadores, tal y como sucede en la NBA.

El Génova queda muy tocado para seguir participando en las próximas jornadas. Una parte de la plantilla no podría enfrentarse al Torino el sábado próximo, pero el elevado número de contagios hace pensar que el partido deberá suspenderse y que quedan también comprometidos los siguientes encuentros.

El problema es que si la cadena de contagios avanza, tal y como anunció el viceministro de Sanidad, Pierpaolo Sileri, debería considerarse la posibilidad de parar el campeonato. “Los abrazos y las celebraciones en el campo deberían estar prohibidos. La distancia debe mantenerse. Si de un positivo en un equipo han terminado contagiadas 14 personas quiere decir que el virus se ha transmitido y que no se han mantenido esas distancias”, ha señalado. Además, Sileri aseguró que si hubiera más casos en el Nápoles, como médico diría que lo mejor es parar una semana el campeonato: “Hay que actuar como lo hacemos con los brotes”.


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