El Feyenoord, vigente líder de la Liga de los Países Bajos, empató ayer en el campo del Twente (1-1) y vio como se aprieta la lucha por el liderato, pues su ventaja respecto a AZ y PSV se reduce a tan solo dos y cuatro puntos respectivamente.
Pero más allá del resultado, una acción del guardameta del Feyenoord, Justin Bijlow, es la que está centrando toda la atención en las últimas horas por el debate que se ha generado entorno a si su acción es antideportiva o simplemente una pillería más del juego.
Bijlow se vio obligado a salir de su área cortar un peligroso contraataque del equipo local en el que el extremo Virgil Misidjan intentaba hacerse con el esférico.
Tras enviar el balón fuera el guardameta se percató de que su portería había quedado muy desguarnecida, por lo que para evitar el saque rápido del rival, decidió lanzar un segundo balón sobre el césped. Esto provocó un enorme cabreo a Misidjan, ya que con esa acción el portero del Feyenoord lograba detener el juego y por tanto, el peligro de una posible jugada de gol.
El árbitro sancionó con tarjeta amarilla a Bijlow, un castigo que está en el centro del debate entre los seguidores holandeses al ser considerado por muchos como insuficiente, dada su incidencia en el juego.