El instructor del atestado policial sobre la reyerta en los aledaños del estadio Vicente Calderón en la que falleció el hincha del Dépor Francisco Javier Romero, Jimmy, ha explicado que no tenían datos que hiciesen temer ese altercado, aunque luego supieron que fue un “enfrentamiento concertado” debido a ideologías antagónicas.
El Juzgado de lo Penal número 23 de Madrid ha continuado este lunes el juicio a 82 ultras del Atlético de Madrid y del Deportivo de La Coruña por los hechos ocurridos el 30 de noviembre de 2014 en los alrededores del estadio.
Se trata de la causa sobre la pelea, que es la pieza principal del caso y diferente a la que se siguió por la muerte del hincha del Dépor, que fue archivada por el juzgado y sobre la que la Audiencia Provincial tiene que decidir.
Al inicio del juicio, 70 de los 82 procesados llegaron a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía -que pedía en sus conclusiones provisionales penas de entre nueve y 31 meses de cárcel-, mientras que otros diez acusados no llegaron a ningún acuerdo y otro no ha comparecido en el juicio.
En la vista de este lunes han testificado diez policías, entre ellos el instructor del atestado que elaboró el grupo de Información especializado en radicalismos, quien ha explicado que siempre vigilan a los ultras y en esa ocasión “no temían que se pudiesen desarrollar acontecimientos como los que se desarrollaron”.
Solo sabían que los del Atlético habían quedado a desayunar cerca del estadio y que desde Coruña llegarían unos 30 ó 40 miembros del Riazor Blues, pero sin detalles.
Tras la pelea llevaron a cabo detenciones e identificaciones y analizaron móviles de los supuestos implicados, constatando que fue “un encuentro concertado”, en el que algunos seguidores de los ultras gallegos del Riazor Blues llegaron a decir “vamos a mataros” a los Frente Atlético, y algunos de ´estos exhibieron en sus mensajes símbolos de extrema derecha como esvásticas
“La rivalidad es ideológica”, ha asegurado este agente, que ha incidido en que ambos grupos son “antagónicos” porque los primeros se definen como de ultraderecha y los segundos como antifascistas.
Este agente se ha ratificado, a numerosas preguntas de los letrados de la defensa sobre la seguridad con la que identificaron a los procesados, que él y su equipo identificaron sin dudas a las personas que figuran en el atestado, a algunas de las cuales las conocían de antes porque les seguían habitualmente, en su caso porque llevaba catorce años en ese grupo.
Ha reconocido que la Policía Científica determinó que uno de los vídeos no tenía la calidad suficiente para que esos expertos avalasen las identificaciones que se hicieron en base a esas imágenes, pero sí las avalaban otros vídeos y fotos que recabaron entre testigos.
UN ERROR EN LA IDENTIFICACIÓN
También ha admitido que, como dijo el juez, “hubo un error en la identificación de una víctima”, ya que la primera persona que cayó al rio Manzanares no fue Jimmy sino otro seguidor del Dépor que no falleció.
En cuanto a las geolocalizaciones de los supuestos implicados que aportaron los policías, sobre las que varias defensas han planteado que pidieron ser alteradas, el instructor ha mantenido que solicitaron los listados de conexiones a las compañías, y se enviaron al juez dos veces “de manera íntegra”. precisando que hay un sistema de volcado de esos datos que garantiza la custodia.
Sobre el plano que elaboró un agente de movilidad que dijo que había llevado este dibujo a la Policía para aclarar lo ocurrido, el instructor ha dicho que “en ningún momento” lo ofreció a los agentes, aunque luego sí lo entregó al juzgado, y ha mantenido que su versión fue “confusa”.
El juicio continuará mañana y el resto de la semana con más testificales.