Fernando Alonso terminó 17º en el GP de España de Fórmula 1 y para alguien que no haya visto la carrera y que posteriormente haya consultado la clasificación final, verle tan atrás puede ser motivo para sacar conclusiones erróneas. Es necesario poner en contexto dicha posición y que sepan que ese resultado no es para nada real ni representativo. Es decir, el Alpine no es el antepenúltimo mejor coche de la parrilla. Sino que para entender lo que pasó, hay que destacar que la 17ª posición fue fruto de una estrategia arriesgada de Alpine y del asturiano fruto a su 10ª posición de salida con un coche en el que todavía debe mejorar mucho en sesión de clasificación, y fruto también de una carrera en la que adelantar en pista era muy difícil y había que hacerlo en boxes.
Se avecinan novedades para Alonso
El ovetense salía 10º. Logró defender su posición con una salida decente, pero para amarrar los puntos tras verse superado por Stroll en la resalida del ‘Safety Car’, debía arriesgar. El Circuit de Barcelona-Catalunya es un trazado donde es extremadamente difícil adelantar, y por ello, era necesario pasar a la acción en boxes para luchar por esa posición. Debía entonces optar por una estrategia que le permitiera volver a estar en la zona de puntos y adelantar a sus rivales en boxes. No obstante, Alpine pecó de agresivo al trazar su plan. El asturiano fue uno de los primeros en parar, en la vuelta 21 y, curiosamente, fue el último en realizar su segunda parada a boxes, en la vuelta 60.
Es decir, en un trazado donde se degradan muchísimo las gomas, el ovetense fue el que más vueltas dio en su segundo stint, tras la primera parada, algo que le hizo ser pues el piloto que más giros dio con unas gomas medias absolutamente desgastadas. ¿Por qué? El objetivo de Alonso y de Alpine era sorprender a todos yendo a una sola parada.
Pongámosle un símil futbolístico. Imaginen que, al tener que remontar un partido, un entrenador pone a 8 delanteros. El resultado puede ser una goleada. Pero ello no quiere decir que el equipo, en condiciones normales, hubiera perdido por goleada. Pero tanto en este caso como en el del Alonso, daba igual perder por uno que por 7.
Plan fallido
Muchos equipos intentaron ir a una parada pero tuvieron que cambiar de plan al ver que se quedaban sin gomas. El propio Sainz, por ejemplo, alertó a su equipo por radio para dejarle caer que era mejor ir a dos paradas, consiguiendo así ser el primero en ejecutar esta estrategia, lo que le permitió ganar dos posiciones en su stint final.
No obstante, Alpine y Alonso lo apostaron todo por una estrategia que el propio ovetense definió como “suicida”. El plan era arriesgar al máximo para intentar sacar tajada. Y es que como bien ha reiterado en muchas ocasiones Fernando, ser 12º , 15º o 17º da igual, ya que ninguna de estas posiciones entregan puntos. Sin embargo, la difícil estrategia no funcionó.
“Estábamos en la 11ª posición y la mejor manera de optar a las 10ª posición era tomando riesgos. Y sí. Tomamos riesgos y finalmente no funcionó hoy. Los neumáticos se acabaron al final. Pero si nos hubiéramos quedado fuera, probablemente Gasly nos hubiera adelantado y me hubiera quedado en la posición 12 o 13 para lo que restara de carrera. Así que fue difícil. Estábamos en una encruzijada, en un callejón sin salida”, comentó Fernando.
El adelantamiento de Stroll, clave
Si hubiera optado por seguir una estrategia normal, su posición real en la carrera en Barcelona, teniendo en cuenta que no se podía adelantar, era ser 11º o 12º tras una mala resalida en la que le pasó Stroll. Si no le hubiera pasado Stroll, también podía haber optado por conservar y ser 10º, lejos de la 17ª posición final de ayer.
El adelantamiento que le hizo Stroll fue un punto absolutamente clave, ya que debía sí o sí arriesgar para ganar esa posición de nuevo. Adelantar en pista era imposible y debía hacerlo en boxes. Si ello no hubiera pasado, podía ser 10º. Pero ello no quiere decir que su coche no pudiera estar más arriba. La posición de carrera dependía de la plaza lograda en parrilla, en la sesión de clasificación. Si Alonso hubiera salido desde la sexta plaza, por ejemplo, las cosas hubieran sido muy distintas y la estrategia, mucho menos agresiva y más conservadora.
Centrado en su rendimiento a un giro
Por ese motivo, Alonso tiene muy claro que debe centrarse en mejorar su rendimiento a una vuelta y su confianza con el coche para poder extraer el máximo del monoplaza en rendimiento puro en clasificación.
“Cuando no sale y pierdes un punto no te duele tanto, pero hay que trabajar de cara al siguiente, sobre todo en la posición de salida (clasificación), porque si sales un poco más arriba te evitas muchos de estos líos”, comentó al respecto un Fernando que también deberá seguir automatizando los procedimientos y botones que debe tocar en su volante, como demostró su resalida tras el ‘Safety’ en la vuelta 11, en la que perdió la 10ª plaza ante Stroll.
Fernando Alonso sigue reiterando que tiene muchos deberes que hacer y mucho por progresar para llegar a su 100% con el coche, pero se mostró satisfecho con el rendimiento de un monoplaza que confirmó en clasificación su paso al frente respecto a las primeras carreras, con Ocon en la 5ª posición el sábado, aunque el domingo no pudo brillar en el tráfico y el abrasivo asfalto de Montmeló.
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