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La precandidata que le quita el sueño a los millonarios

Los multimillonarios de Estados Unidos están cada vez más inquietos ante el ascenso en las encuestas presidenciales de la demócrata Elizabeth Warren, cuya punta de lanza es una tasa con “potencial de incrementar dramáticamente” la imposición sobre sus ganancias totales, según los expertos.

La senadora Warren, la aspirante con más apoyos a la candidatura de su partido en las elecciones de 2020, propone un impuesto a los “ultra-ricos” que exime de tributar los primeros $50 millones en activos, pero grava un 2 % anual las fortunas por encima de esa cifra y un 6 % las de más de $1,000 millones, según desveló recientemente.

Esta semana, el cofundador de Microsoft Bill Gates, asiduo del “top 3” de los más ricos del mundo y hoy centrado en la filantropía, se pronunció con cierta sorna sobre esa medida pese a haber abogado en el pasado por una mayor imposición fiscal a los multimillonarios, una cambio de actitud que se ha visto entre algunas figuras de la élite.

“He pagado unos $10,000 millones de dólares, más que nadie, en impuestos. Si tengo que pagar $20,000 millones, está bien. Pero si dices que pague $100,000 millones, tendré que calcular qué me queda”, dijo “bromeando” en una conferencia de The New York Times, donde instó a no “amenazar” el “sistema de incentivos” que supone ser rico.

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Según la calculadora fiscal que ofrece Warren en su página de campaña, si a su fortuna de $107,000 millones se le aplica el gravamen para los “ultra-ricos”, su aporte al Estado son $6,379 millones, lejos de la totalidad que comentaba, aunque la reforma fiscal que propone abarca otras subidas para los más prósperos.

La senadora pone el ejemplo de este cálculo para Gates y también para Michael Bloomberg, un empresario y filántropo que ha amasado $52,000 millones de dólares y que podría convertirse en su rival, ya que considera presentarse a las primarias demócratas con las miras puestas en la Presidencia del país, para alivio del “0.1 %” de la sociedad.

De acuerdo al medio Recode, fue Jeff Bezos, el fundador de Amazon y hombre más rico del planeta, quien animó a Bloomberg a plantearse la candidatura y desde que trascendieron sus intenciones ya se ha granjeado el apoyo de otros multimillonarios, como el gestor de fondos Leon Cooperman.

Cooperman protagonizó una sonada entrevista en CNBC en la que se puso al borde de las lágrimas por su preocupación por Warren, con la que mantiene un tenso rifirrafe y quien a su vez le acusó de tener inversiones en una firma de préstamos a estudiantes, un problema que la senadora quiere atajar.

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Warren hostiga a los grandes empresarios incluso “en casa”: este jueves compró espacio publicitario en ese canal económico y emitió anuncios donde exponía que Cooperman fue imputado por tráfico de información privilegiada, además de mostrar el nerviosismo de otros por su política fiscal.

El aludido, que pagó casi $5 millones tras un acuerdo con las autoridades, reaccionó reiterando que un impuesto a los “ultra-ricos” llevaría a “actos no naturales, sería casi imposible de controlar y es probablemente inconstitucional”.

Otro de los mencionados era Lloyd Blankfein, exconsejero delegado de Goldman Sachs, que arremetió contra la “demonización” de los millonarios, igual que Jamie Dimon, máximo directivo de JPMorgan Chase, que en el pasado se ha mostrado a favor de pagar unos impuestos más altos, pero recientemente ha criticado que Warren usa “palabras muy duras”.

La inquietud por el ascenso de la senadora en las encuestas -en algunas ya supera al exvicepresidente Joe Biden- se extiende a Wall Street, donde los inversores calculan el impacto que puede tener su potencial gobierno en contraposición al de Trump, visto en general como un acicate para los mercados.

La firma de análisis Jefferies explicó que Warren “podría ser la candidata demócrata, y eso asusta” sobre todo al sector sanitario por la propuesta del “Medicare for all”, un modelo público que contempla la supresión de las aseguradoras privadas y que se beneficiaría de la mayor recaudación fiscal.

Para el analista Jared Holz, la “potencial entrada” de Bloomberg en la carrera presidencial es importante para ese sector, “que ha absorbido la negatividad de Warren”, pero admite que Wall Street está actuando “como si las elecciones fueran este mes”.

Entre los más preocupados, otra vez Cooperman: el mes pasado vaticinó que si Warren es elegida presidenta, el mercado caerá un 25 % o “no abrirá”, aunque en otra ocasión fue más directo: “Creo en un impuesto progresivo y que los ricos paguen más, pero es que se está cagando en el puto sueño americano”.

Los economistas Gabriel Zucman y Emmanuel Saez, de la Universidad de Berkeley (California), autores del libro “The Triumph of Injustice” (El triunfo de la injusticia) y asesores de Warren, señalan que “por primera vez en un siglo los multimillonarios pagan unos impuestos más bajos que sus secretarios”.

Saez explicó a Efe que Estados Unidos tuvo entre los años 30 y 70 “el sistema fiscal más progresivo de todas las economías avanzadas” y atribuyó la situación actual a las reformas de administraciones como las de Ronald Reagan y Donald Trump, que recortó fuertemente el impuesto corporativo en 2018.

“Por eso en 2018, los multimillonarios pagaron solo un 23 % en impuestos respecto al total de sus ganancias económicas”, señala el economista, que aún así asegura que “es posible diseñar y aplicar impuestos a los ricos con éxito, incluso en el mundo moderno”.

“Los multimillonarios y Wall Street se están poniendo cada vez más nerviosos porque entienden que un impuesto progresivo a la riqueza tiene el potencial de incrementar dramáticamente su carga impositiva”, ya que va “directamente” a por cualquier forma de riqueza: negocios, propiedades, acciones o bonos.

“No temen los incrementos a los impuestos individuales sobre las ganancias porque (…) pueden evitarlos haciendo dinero a través de compañías”; en cambio, las medidas de Warren o Sanders “triplicarían la tasa fiscal efectiva a los 400 más ricos sobre su ganancia económica total (del 23 % en 2018 a un 70 %)”, desgranó Saez.

Paul Krugman, Nobel de Economía, señaló en su columna del NYT que antes EEUU también “avanzaba sin tantos millonarios como ahora” y, aunque el país no esté necesariamente “listo” para Warren, Sanders o “Medicare for all”, considera “tonto” pensar que esté “esperando” a un empresario rico como Bloomberg.




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