La Premier League se está tomando muy en serio todo el protocolo para poder retomar la competición el próximo 17 de junio y controla exhaustivamente que cada equipo respete las normas sanitarias para impedir que nadie pueda saltárselas y exponerse a un contagio que fulminaría las opciones de terminar la temporada.
Tal y como informa el Mirror, la Premier ha mandado inspectores a los campos de entrenamiento de cada equipo para controlar que se estén respetando los protocolos sanitarios y de seguridad contra la Covid-19. Éstos supervisan las sesiones de entrenamiento, pero en especial preocupa una cosa: los escupitajos de los jugadores.
Desde la patronal se advirtió a los clubs que intenten reprimir a sus futbolistas a la hora de lanzar un salivazo, un hábito casi automático para muchos de ellos.
De momento no hay castigos al respecto, pero la Premier monitoriza todos los avances e intenta minimizar todos los riesgos para no poner en peligro a los futbolistas y el esperado regreso de la competición.
Varios médicos alertan de que la saliva es un mecanismo de transmisión del virus, por lo que intenta limitar que los jugadores puedan contagiarse por culpa de ello.
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