La razón de peso por la que deberías cambiar más en a menudo la funda de tus almohadas

No existe una frecuencia ideal para cambiar las sábanas y la funda de las almohadas, pero todos sabemos que debemos hacerlo regularmente. En el caso de las fundas de las almohadas, nuestra cara y nuestro pelo están en contacto directo con ella, lo que provoca una acumulación de grandes cantidades de sudor, saliva y piel muerta cada noche.

Por increíble que parezca, durante un descanso de ocho horas, se desprenden 15 millones de células de la piel. Lo más peligroso de esto es que los ácaros se alimentan de ellas, así que si no lavamos las fundas de las almohadas, se reproducirán. Los ácaros producen proteínas que pueden acabar dándonos alergia, lo que puede perjudicar a nuestra salud.

A esto hay que sumar que la funda de las almohadas sucia es el caldo de cultivo ideal para la reproducción de bacterias. En cuanto a los hongos, según detalla ‘Business Insider’, las fundas de almohadas limpias contienen nada más y nada menos que 16 especies de hongos y millones de esporas. Podemos hacernos una idea de la cantidad en unas fundas de almohadas que no se lavan.

Los peligros para la salud de no lavar las fundas de las almohadas

Para prevenir, en la medida de lo posible, la proliferación de microorganismos en la almohada, lo primero y más importante es elegirla correctamente. Además de proporcionarnos una buena superficie de apoyo, debe ayudar a mantener a raya los ácaros, las bacterias y los hongos. El látex es un material excelente.

La científica Mary Begovic Johnson, especialista en textiles de Procter & Gamble, explica lo siguiente: “Casi el 70% de los residuos que hay en la funda de tu almohada son invisibles. Un humano medio expulsa a lo largo del día 1 litro de sudor, 10 gramos de sal, 40 gramos de grasa y 2000 millones de células muertas», según recoge el diario ‘Huffington Post».

Una encuesta realizada por la compañía de muebles ‘Hammons’ reveló que en la funda de almohada puede haber más bacterias que en la tapa del WC. Un dato escalofriante si tenemos en cuenta que cada año apoyamos nuestra cara y nuestro pelo sobre ella.

En una almohada se han llagado 16 especies diferentes de hongos y millones de esporas. El más peligroso para la salud es el ‘Aspergillus fumigatus’, que puede afectar al sistema respiratorio. Además, la funda sucia puede provocar acné y otros problemas cutáneos.

La recomendación general de los expertos es la de cambiar y lavar las sábanas y las fundas de las almohadas una vez a la semana, aunque en verano es recomendable hacerlo dos veces por semana.


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