Todos nos hemos planteado en alguna que otra ocasión cuál es el mejor momento para hacer la cama. Pues bien, lo más importante es la higiene ya que es precisamente en la cama donde más ácaros del polvo se acumulan. Este es el motivo por el que los expertos nos recomiendan no hacer la cama nada más despertarnos, sino esperar a que se airee.
Hacer la cama es una de las primeras tareas que realizamos a lo largo del día, pero tenemos que dejar que se airee durante 15 o 20 minutos cuando nos levantamos. Lo ideal es dejar la ventana de la habitación abierta durante este rato, y con las sábanas echadas hacia atrás.
Los ácaros de las sábanas sobreviven en ambientes cálidos y con un alto grado de humedad, condiciones que se desarrollan cuando dormimos en ellas. Lo único que podemos hacer para acabar con ellos es airear la cama antes de hacerla, para que se deshidraten y mueran.
Los expertos calculan que las personas perdemos cada noche unos 285 mililitros de líquidos: sudor, saliva… Estas sustancias impregnan las sábanas, e incluso pueden llegar al colchón. Por lo tanto, si hacemos la cama nada más despertarnos, lo único que conseguimos es atrapar esa humedad.
Cabe señalar que los ácaros se alimentan de las escamas de la piel humana, y se proliferan a toda velocidad cuando se dan las condiciones idóneas. Este es el motivo por el que es tan importante mantener una buena higiene y evitar hacer la cama nada más levantarnos por la mañana.
¿Cada cuánto tiempo hay que cambiar las sábanas?
En las sábanas se pueden acumular un amplio abanico de microorganismos: suciedad, hongos, ácaros, polvo, pelos, insectos pequeños, células muertas, sudor, saliva…
La revista Women’s Health hizo una encuesta en la que preguntaba a las mujeres cada cuánto tiempo lavaban las sábanas. El 16% confesó que lo hacía una vez al mes, y un 33% nunca.
Mantener una limpieza habitual de las sábanas es fundamental para tener una buena salud. Lo que recomiendan los expertos es cambiar las sábanas una vez a la semana. En los meses de verano, las sábanas se ensucian más rápidamente debido al sudor, así que es conveniente cambiarlas cada tres o cuatro días.
A modo de conclusión, cabe destacar los dos aspectos más importantes para mantener la higiene de la cama y evitar que se acumulen ácaros en la misma: airear la cama antes de hacerla y cambiar las sábanas una vez a la semana.
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