La Real salió del Camp Nou con la desazón de un resultado injusto, la duda de qué habría sucedido de no ser por la tropelía sufrida en área propia, y una clara certeza: apunta a la Champions. Si es que cabía alguna duda al respecto, los txuri urdin demostraron fútbol, plantilla y galones para aspirar al cuarto puesto, quién sabe si al tercero, en un escenario que equivalía a siniestro desde 1995 y apenas tres días después de disputar el partido más importante de su historia reciente.
La Real se plantó ante el Barcelona con seis cambios, le presionó hombre a hombre, alternó dibujos tácticos, encontró los espacios mediada la segunda parte y estuvo muy cerca del 0-1 antes de que el VAR y el colegiado lo mandaran todo al traste. La sensación, más allá de la derrota y de la desazón, es que los de Imanol tutearon y fueron superiores al Barça en muchas fases del partido, demostrando mayor claridad de ideas y una profundidad de banquillo envidiable. En definitiva, probaron estar al nivel necesario para competir por estar entre los más grandes.
El fútbol ofrece argumentos para la ambición a los txuri urdin. También la tabla clasificatoria. Después de 26 jornadas, la Real suma 43 puntos, ocho más que la pasada temporada a estas alturas. A falta de la disputa del derbi de mañana ante el Eibar, es sexta. De ganar en Ipurua, escalaría hasta la cuarta plaza, situándose a un punto del tercer puesto.
Por tanto, está en la pomada a falta del último tercio de curso, el que separa a los buenos equipos de los grandes. La Real está a un partido de ganar un título 33 años después y a 12 de regresar a la Champions siete temporadas después. El primer objetivo se decidirá a un todo o nada en La Cartuja. Para el segundo, los de Imanol necesitan mantener e incluso acelerar una marcha más el paso.
Así lo indica la estadística. Si la Real mantiene el ritmo de puntuación de las primeras 26 jornadas finalizaría la temporada con 63 puntos. La media de las diez últimas temporadas indican que el cuarto puesto se ha cobrado a 67 puntos, mientras que los terceros se han ido a más de 75.
Plantilla, juego y Anoeta
Los 63 puntos que alcanzaría la Real de mantener una velocidad constante hubieran equivalido a un cuarto puesto en cuatro de las últimas diez campañas, incluida la pasada (el Valencia fue cuarto con 61). Incluso en la 11/12, 63 puntos hubiesen subido al podio a los de Imanol, ya que el Valencia fue tercero con 61 puntos.
Sin embargo, en las otras seis temporadas los 63 puntos hubieran dejado a la Real a las puertas de la Champions, e incluso fuera de los seis primeros en la 16/17. Por ello, conviene presionar un poco más el acelerador para que la máxima competición de clubes conozca el brillo del nuevo Anoeta.
La Real tiene varios ases para afrontar el final de la partida con garantías. Además de la longitud de plantilla y el juego demostrado por los de Imanol, la fortaleza en Anoeta puede ser fuente de puntos muy valiosos.
Los txuri urdin firman siete victorias consecutivas ante su público, su mejor racha en Anoeta con el equipo en Primera. Cuatro triunfos en Liga y tres en Copa sin mácula, con 16 goles a favor y 3 en contra. La Real tiene por delante seis partidos más como local, entre ellos la visita del Real Madrid y de un rival directo como el Sevilla, por lo que mantener esa consistencia como local se antoja vital. Anoeta tendrá mucho que decir.
Restan 12 jornadas para que la Real alcance la meta de la temporada. Los datos parecen indicar que el billete a la Champions no será el más caro de los últimos años. Entre 20 y 23 puntos podrían bastar. Es el objetivo y la Real va lanzada a por él. Tiene fútbol para conseguirlo.
Las tres próximas jornadas pueden aupar a la Real a una posición aún más privilegiada de la tabla. Los de Imanol visitan mañana al Eibar, reciben el domingo a Osasuna y visitan Mendizorroza seis días más tarde, antes de recibir al Real Madrid en una de las citas más comprometidas que alberga el calendario txuri urdin hasta final de temporada.
Eos sí, las curvas están reservadas para el final. Sevilla en Anoeta y Atlético en el Wanda son la traca final para los realistas. Antes, la Real habrá visitado al Getafe, también inmerso en la zona alta. Duelos directos que pueden valer una Champions.
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