Continúa el baile de fechas sin fin para el partido más importante de los últimos lustros en la Real. La reunión del comité ejecutivo de la UEFA del jueves cambió un tanto el escenario y de nuevo apunta al presente verano, siempre que el gobierno y las autoridades sanitarias den luz verde a la disputa de las competiciones deportivas en los meses estivales. La Real siempre se ha mostrado partidaria a jugarla con público, pero empieza a asumir que no será así y que se disputará a puerta cerrada este verano, quizá ese 5 de agosto, si el virus lo permite. El organismo europeo del fútbol instó de forma nítida a terminar las competiciones nacionales antes del 3 de agosto y retiraría la plaza europea asignada al campeón de Copa si la Federación y los dos clubs deciden posponerla a la próxima temporada. Se la entregaría al séptimo clasificado en LaLiga.
La Real está bien posicionada en cualquier caso. Le distancian ocho puntos del octavo, por lo que, si fuerzan y pactan con la Federación y LaLiga la final para la próxima primavera, tendría que sufrir un descalabro para no ir a Europa. Si la final se juega este verano, tiene la bala en la recámara de optar a esa plaza si gana y no la obtiene vía Liga.
La UEFA debe mostrar su postura sobre este particular y se espera que lo haga la próxima semana.Luego deberán postularse la Federación y los dos clubs interesados
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