Sólo cuatro días después de que Anoeta viviera en el derbi una de las mayores fiestas del último cuarto de siglo, el estadio txuri urdin vuelve a abrir sus puertas para acoger uno de los partidos más importantes de la historia reciente del club. Real y Mirandés disputan (21.00 horas, Cuatro y DAZN) el primer asalto a la final de Copa del 18 de abril en La Cartuja, con un marcado favoritismo para los txuri urdin que, sin embargo, recelan de un adversario peligroso, en racha y habituado a marcar lejos de su estadio, y ante el que desean lograr un resultado de garantías para la vuelta del 4 de marzo en Anduva.
La energía con la que la Real ha jugado en su campo en el último mes ha provocado que cada vez que se abren sus puertas se experimente la sensación de que un huracán de ilusión propulsa al equipo de Imanol. La Real está compitiendo con optimismo y ambición, en busca del sueño que supondría pelear por un título 32 años después. Y después de haber apeado de forma consecutiva en casa a Espanyol y Osasuna, más la sobredosis de autoestima que supuso la exhibición en el Bernabéu, los txuri urdin afrontan el duelo ante el Mirandés con el único objetivo de que sea su sexta y penúltima víctima en la competición.
La Real lucirá a tal efecto el traje de las grandes ocasiones. Sólo el lesionado Illarramendi y el sancionado Gorosabel no están disponibles para una velada que nadie se quiere perder y en la que Imanol, con Elustondo ya ganado para la causa del eje de la zaga, alineará su ‘once’ de gala. Buscar el mayor número de goles a favor, aún a riesgo de encajar uno, es la consigna innegociable de un Imanol que busca la quinta victoria seguida en casa, récord desde que él mismo encadenara cuatro triunfos en mayo de 2018.
El Mirandés, con Guridi y Merquelanz, llega dispuesto a romper los planes de la Real. No ha caído lejos de Anduva desde el 7 de diciembre y, desde entonces, acumula 12 partidos sin perder, seis fuera de casa en los que ha marcado 18 goles. Tiene una plantilla corta pero, con una clara vocación ofensiva y un incuestionable talento atacante, su intención es volver ‘vivo’ a Miranda de Ebro.
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