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La Real del siglo XXI

Ander
Barrenetxea (Donostia, 2001) y Roberto
López (Zaragoza, 2000) constituyen la primera gran noticia para la Real en la atípica temporada que comenzó el domingo en Valladolid. En un contexto de máxima incertidumbre, respecto a cómo evolucionará el campeonato, y con un parte médico propio de una batalla campal, los dos jóvenes canteranos se erigieron en lo más destacado de un partido en el que la Real cumplió el expediente rescatando un punto en circunstancias complicadas. El media punta aragonés apareció en más fotos, no en vano de su zurda partió el esférico con el que los txuri urdin consiguieron el empate, pero nadie rebate que el extremo guipuzcoano fue el mejor jugador del partido en las filas blanquiazules. Fue el único jugador que transmitió la sensación de que algo podía ocurrir cada vez que entró en contacto con el esférico.

El hecho de que Barrenetxea y López
Alcaide sean los dos únicos futbolistas de la plantilla nacidos más allá de 2000 es algo más que simbólico. Son, sin duda, la punta de lanza de la Real del siglo XXI. Los primeros canteranos a caballo entre las dos centurias en asomarse al primer equipo. No serán los últimos. El donostiarra y el maño señalan el camino, de alguna manera, a los Pacheco, González
de
Zárate, Olasagasti o Ro
b
ert

Navarro
, algunos de los potrillos que han trabajado en verano a las órdenes de Imanol
Alguacil y que aspiran a ser los próximos en llegar. Todos ellos hijos de un siglo XXI que, poco a poco, monopolizará los equipos de la base de club txuri urdin.

La influencia de Barrenetxea y Roberto
López en Valladolid no puede ser tomada como anecdótica. No, al menos, si se cree de verdad en la segunda unidad de una plantilla muy joven, formada en su gran mayoría por jugadores de la cantera. Barrenetxea y López serían los máximos exponentes, por jóvenes, de ese grupo de futbolistas que, en una temporada tan cargada de partidos, tiene que ser alternativa real a los primeros espadas. Futbolistas como Merquelanz, Guridi, Bautista, Zubimendi,Guevara o Aihen tienen que estar en condiciones de pelear el puesto a los Silva, Monreal, Oyarzabal, Zaldua, Merino o Portu que parten con la vitola de titulares pero que no van a poder soportar la carga de partidos que tendrá que afrontar la Real a partir de octubre. Del nivel que sean capaces de dar esos futbolistas dependerá, en buena medida, el éxito de la campaña. Y Barrenetxea y Roberto
López, para empezar, dieron la cara en Zorrilla.

A partir de ahora tendrán que pelear muy duro para seguir en el ‘once’, porque no lo tendrán sencillo. En especial el aragonés, con una durísima competencia en la medular, en general, y la de Silva, en su puesto, en particular, sin olvidar a otros jugadores como Guridi. Para el maño, en cualquier caso, será su primera campaña en el primer equipo y, por tanto, ni el nivel de exigencia ni sus expectativas serán muy elevadas. El caso de Barrenetxea es diferente. Tras su aparición hace dos años de la mano de Asier
Garitano, el donostiarra, que en diciembre cumplirá 19 años, ya ha demostrado que está para más en los 33 partidos oficiales que ha disputado hasta la fecha. Su mayor problema es que en su posición juega casi siempre Mikel
Oyarzabal. Imanol deberá valorar, en ese escenario, si compensa buscarle otra ubicación al capitán para que ‘Barrene’ pueda tener la continuidad de la que hasta ahora no ha gozado.


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