El fútbol avanza hacia un escenario desconocido. Tanto en su contexto global como en cada uno de los departamentos particulares que lo forman como los calendarios, la finalización de lo contratos y, por supuesto, la próxima ventana de fichajes. Si finalmente se puede jugar y, como parece, la temporada finaliza entre julio y agosto, resulta obvio que el próximo plazo en el que los clubs van a poder reforzarse en nada se va a parecer al convencional de los últimos años, que daba el pistoletazo de salida al mercado el 1 de julio y cerraba la persiana el 31 de agosto o, a lo sumo, en los primeros días de septiembre.
La Real afrontará en una buena situación esta extraordinaria ventana de fichajes, fijen cuando fijen el inicio y el final de la misma. Con la plantilla bien atada, el club txuri urdin podría llegar a permitirse el lujo de comenzar la próxima campaña sin reforzarse, si bien cojea en el puesto de central, el que más quebraderos de cabeza le ha dado esta temporada.
No se puede descartar, además, que Willian
José intente forzar una salida otra vez, como ya hiciera en enero, o que se valore efectuar alguna operación con Januzaj. Sólo en ese caso la Real se vería obligada a fichar.
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