¿Se le ha hecho larga la espera?
Sí, se ha hecho larga. Un año es mucho y más cuando hay ganas de vivir un momento que la afición de la Real lleva esperando tanto tiempo. Pero, cuando ha llegado, la situación provocada por la pandemia nos ha obligado a esperar un año más. Ahora lo importante es ganar la final y la Copa, que es la ilusión de la afición y de la cantera.
¿Cómo está viviendo los días previos? ¿Hay nervios?
Es lógico que haya nervios. El reto es importante, todo se juega a un partido y al Athletic se le ha visto fuerte en los últimos encuentros. Pero creo, sinceramente, que la Real es superior y acabará imponiéndose.
¿Qué es para usted la Real?
Lo que más valoro de la Real es su capacidad para unir a los guipuzcoanos y guipuzcoanas y proporcionar referentes de valores deportivos a nuestra sociedad y especialmente a la juventud. Cuando uno va a Anoeta y ve como la Real es capaz de unir a personas tan diversas que se emocionan y vibran con el mismo equipo, toma conciencia de ese valor que la Real tiene para Gipuzkoa.
Vivió el anterior título siendo un niño ¿Le queda algún recuerdo?
Me trae recuerdos muy bonitos. En 1987, cuando la Real ganó la final de Zaragoza, yo tenía siete años y la emoción de ese momento es algo que te queda grabado. Espero que esta vez no haya que llegar a los penaltis.
Es la primera final para una generación. ¿Qué importancia le da?
La final es importante y estar en ella ya es un premio. Para las nuevas generaciones ganar un título acaba convirtiéndose en una referencia, que se disfruta muchísimo en el momento, pero que adquiere una dimensión mucho más importante en el recuerdo de los aficionados y en lo que representa para nuestra cantera.
¿Qué significa para Gipuzkoa que la Real vuelva a pelear por un título?
Tiene un significado muy importante. Gipuzkoa tiene un modelo de fútbol propio que se sustenta en el deporte de base y en el deporte escolar (Eskola Kirola), al que acceden todos los niños y niñas, que cuenta con la colaboración de la Real y los clubs guipuzcoanos. Gracias a ello, Gipuzkoa cuenta con la mayor cantera futbolística en proporción a su población. Llegar a la final es también un premio a todo ese trabajo previo en el que se involucran tantas y tantas personas comprometidas con los valores positivos del deporte como el esfuerzo personal, la generosidad y el trabajo en equipo.
¿Alcanzar estos objetivos con un equipo cuya base se ha forjado en Zubieta le da más valor?
Indudablemente. Facilitar el acceso de todos los niños y niñas y trabajar con el fútbol base forma personas y transmite valores pero, además, sirve para tener una cantera de jugadores envidiable. Gipuzkoa hace en este sentido las apuestas correctas y los resultados, tanto en la base, como en los primeros equipos, están a la vista.
¿Que el Athletic sea el rival le gusta o le preocupa?
Tener como rival al Athletic en la Copa le da al partido y al título una dimensión especial muy de casa, es un derbi en su máxima expresión. Tiene todos los ingredientes para ser un partido histórico y eso atrae tanto al aficionado más informado como a toda la ciudadanía en general.
¿Qué partido espera?
Como decía, es una final pero no deja de ser un derbi y creo que eso le va a dar un carácter especial. Espero una victoria de la Real Sociedad con un partido duro, disputado y muy igualado, pero de juego limpio. Ese es nuestro estilo.
¿Con qué jugador se identifica?
Yo no soy un gran experto, pero de los de casa me parece que Oyarzabal es un gran jugador; no descubro nada si digo que reúne muchas cualidades visión, velocidad y tiene gol. También me gusta mucho Zubimendi, que tiene potencial. Gusta mucho el juego de Silva y los contraataques de Isak. Creo que, como debe de ser en un equipo, cada uno aporta su trabajo para que el resultado global sea eficaz.
La afición soñaba con acompañar al equipo, con celebraciones a lo grande… ¿Qué mensaje le lanza a esos aficionados?
Es una pena pero la celebración multitudinaria no va a poder ser. Por ahora, hay que ser prudente y hacer plan de tele y bocata. Pero la alegría de ganar la final es muy intensa y, cuando las cosas se normalicen, habrá tiempo de celebrarlo en Anoeta, con toda la afición de Gipuzkoa.
¿Cómo va a ver la final?
Como decía, en casa y disfrutando de un bocata y un vino.
¿Pronóstico?
Vamos a ver…. ¿Qué tal victoria de la Real por 2-1?
La próxima ¿para cuándo?
Bueno, espero que pronto. Creo que con un poco más de experiencia de los jóvenes que vienen, la Real puede hacer grandes cosas muy pronto.
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