La Real sumó su segunda victoria consecutiva en el campo del Espanyol de la manera en la que lo hacen los grandes equipos. El conjunto txuri urdin fue a por el encuentro desde el pitido inicial y gestó su triunfo en un primer acto prácticamente perfecto en el que incluso podría haberse marchado al descanso con un marcador más abultado que el 0-2 que reflejaba el doblete de Willian José. Isak sentenciaría con el tercero después de que el equipo catalán acortara distancias.
Imanol
Alguacil dio continuidad al equipo que deleitó ante el Atlético con una única salvedad. Introdujo a Willian
José en el lugar de Isak. Toda una declaración de intenciones porque con ese movimiento anticipaba que la Real iba a salir a controlar el partido, a tener el balón y para ello ubicaba a un punta asociativo como el brasileño en lugar de uno que buscara el espacio como el sueco.
La puesta en escena txuri urdin no sólo obedeció a lo diseñado por el técnico, sino que rozó la perfección. Los realistas convirtieron el encuentro en un calvario para los espanyolistas desde el primer minuto y los locales sufrían de lo lindo para sacar el balón de su campo.
Con una presión armoniosa y un Merino imperial recogiendo los frutos en el eje, el dominio realista era absoluto. Los donostiarras tenían el control del balón y trataban de generar ocasiones moviéndolo de lado a lado, pero el 0-1 llegaría en el minuto 17 de nuevo en una transición rápida, en la que los guipuzcoanos castigaron sin piedad el primer atrevimiento espanyolista. Moyá atrapó el primer centro al área de los pericos y, como hiciera en Mallorca, sacó rápido y raso sobre Merino. El navarro controló y puso un balón milimétrico a la espalda de la zaga local para la carrera de Oyarzabal. El de Eibar la puso de primeras para Willian
José, que acompañaba el contragolpe por el otro costado. Le bastó con picarla, con toneladas de clase, eso sí, para poner a la Real en franquía y trasladar a lo tangible el espectacular partido que estaban haciendo los visitantes.
Pero tanto mérito como lo logrado en los primeros minutos fue que la Real no diera un paso atrás después de adelantarse y que siguiera controlando el partido. No obstante, como sucediera en el 0-1, las acciones de peligro llegarían siempre en transiciones rápidas. Tras un primer aviso de Portu llegó la segunda diana en el minuto 33, en lo que fue el paradigma del juego que ha implantado Alguacil. Los txuri urdin atrajeron al rival hasta que Odegaard pudo recibir en ventaja en la divisoria de los dos campos. Llevó el cuero durante unos metros hasta que puso un balón profundo para la carrera de Portu. El murciano trató de dejar a Diego
López sentado como lo hiciera De la Bella con Diego
Alves hace años en Mestalla, pero el balón se le quedó atrás. Por suerte para él, pudo rehacerse a tiempo de ofrecerle el balón a placer a Willian
José. El brasileño sólo tuvo que fusilar sin portero para hacer el 0-2.
La Real jugaba a placer. Recuperaba rápido y era dañina con el balón. Incluso se habría ido a vestuarios con el partido sentenciado si Diego
López no hubiera despejado un tirazo de Zaldua tras otra jugada que evidenció el lúcido momento que viven todos los hombres de ataque blanquiazules.
Cambio de escenario
El Espanyol entró en la segunda parte con el orgullo herido y, sabedor de que en los primeros minutos de la reanudación tenía su última bala para tratar de invertir el curso del encuentro, regresó al campo con toda la intensidad que le faltó en la primera parte.
Así, logró llevar el partido a las cercanías de Moyá y lo controló. Granero estuvo cerca del gol en un par de ocasiones, pero los pericos acortarían distancias cuando la Real creía haber sobrevivido a la tormenta catalana. Corría el minuto 70 cuando Oyarzabal perdió el cuero ante la presión de Roca. Tras conducir, este se la dejó a Darder para que abriera sobre Campuzano. El canterano espanyolista puso un pase de la muerte que pegaría en Zaldua para convertirse en el 1-2.
No dio tiempo de comprobar si la Real se iba a poner nerviosa ante la aproximación local en el marcador, puesto que apenas cuatro minutos después del 1-2 haría su aparición estelar en el partido Alexander Isak, que estaba sobre el verde desde el minuto 64. El sueco interceptó un pase de Calero, que buscaba al lateral y se lanzó a la carrera hacia la portería defendida por Diego
López. En el mano a mano se sacó un latigazo cruzado con la zurda que besó las mallas tras tocar el palo.
Ahí se moría un partido que la Real se llevó a lo grande. Con un juego espectacular y jerárquico en la primera mitad, sabiendo sufrir cuando tocó al inicio de la segunda y liquidando con calidad antes de que surgieran las dudas.
Es la segunda victoria consecutiva del equipo de Imanol y el segundo duelo seguido en el que la Real da motivos para ilusionarse. El jueves llegará el Alavés a Anoeta.
FICHA TÉCNICA:
Espanyol, 1
Diego López; Víctor Sánchez; Lluís López, Calero, Dídac (Pedrosa, min. 56); Marc Roca (David López min. 79), Darder, Granero; Wu Lei, Vargas y Calleri.
Real Sociedad, 3
Moyá; Zaldua (Le Normand, min. 79), Elustondo, Llorente, Monreal; Merino (Zurutuza, min. 82, Zubeldia, Odegaard; Portu, Willian José (Isak, min. 64), Oyarzabal
Goles
: 0-1: Willian José (min. 17). 0-2: Willian José (min. 33). 1-2: Zaldua, en propia meta (min. 70). 1-3: Isak (min. 74)
Árbitro: Cordero Vega. Amonestó a Granero,
Source link