La Real gana un vibrante derbi y refuerza su candidatura a la Champions

La Real Sociedad reforzó este sábado su candidatura a la Champions. El equipo de Imanol Alguacil sigue de dulce y se afianza en la tercera posición tras ganar un vibrante y deportivo derbi vasco (3-1) y sumar su cuarto triunfo consecutivo en LaLiga. Sorloth y Kubo golpearon con dos goles en 12 minutos, Sancet dio vida al Athletic pero un penalti transformado por Oyarzabal, que propició la expulsión directa de Yeray por falta al atacante nipón, acabó con las ilusiones rojiblancas de asaltar la cuarta plaza y meterse en Europa.

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Seguidores de ambas parroquias, rojiblancos y txuri-urdin, llenaron de ambiente festivo y de hermandad el casco viejo donostiarra, el paseo de La Concha y los aledaños del Reale Arena en las horas previas de este derbi vasco siempre apasionante en el que el respeto y la cordialidad también se reflejaron en las gradas, repletas de pasión y colorido. Todo un ejemplo.

Imanol Alguacil dispuso de su ‘once’ de gala actual contra el Athletic. No hubo sorpresas en el equipo titular de la Real y, como se esperaba, volvió Brais tras cumplir su partido de sanción. Sorloth pudo ser alineado pese a las molestias en la rodilla que le han lastrado en las últimas semanas y Oyarzabal siguió como suplente tras su primera convocatoria en diciembre después de su grave lesión de rodilla. El conjunto txuri urdin siguió confiando en el bloque que le ha otorgado cuatro triunfos tras el Mundial, dos en Copa y otros tantos en LaLiga que le han llevado a la tercera plaza.

Por su parte, Ernesto Valverde volvió a apostar en ataque por los hermanos Williams, Nico e Iñaki, y mantuvo a Guruzeta como referente principal, a pesar de que en el último encuentro ante Osasuna el Athletic dejó a cero su marcador. Dani García, que entró en el lugar de Zarraga, fue la única novedad en la formación titular rojiblanca, mientras que Muniain estuvo de nuevo en la suplencia.

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El derbi abrió el fuego con gran intensidad y presión de un conjunto donostiarra lanzado por un activo David Silva. El reaparecido Brais asustó a los leones en el minuto 7 con un zurdazo que rozó la base del poste, aunque el Athletic respondió casi de inmediato (13′) por medio de los Williams. El incisivo y veloz Nico centró al área e Iñaki conectó un peligroso disparo que repelió Remiro con seguridad. 

El Reale Arena, una olla a presión

El Reale Arena era una auténtica olla a presión con dos equipos poniendo toda la carne en el asador. Cuando se cumplía el minuto 25, el estadio donostiarra explotó de alegría con el gol de Sorloth. El internacional noruego recogió un balón de cabeza que metió Zubeldia, se revolvió dentro del área y fusiló con la zurda a Unai Simón.

El Athletic, con falta de gol en sus dos anteriores partidos de Liga ante Betis y Osasuna, no encontró la profundidad necesaria para hacer daño a una Real que en ataque buscaba la velocidad de Take Kubo, que firmó el 2-0 en el minuto 37 con un golazo. Una pérdida de Vesga acabó con un genial pase de Silva al nipón, quien, tras hacerle un ‘caño’ al central Vivian, batió a Unai Simón con una espléndida definición. Un tanto que el desatado japonés celebró quitándose la camiseta y ofreciéndosela a su exultante afición.

Sin embargo, el Athletic, al borde del precipicio, no tardó en recortar distancias en el marcador, apenas tres minutos después, con un remate cruzado de Sancet, tras un balón servido por Yuri, que sirvió para rescatar a los rojiblancos en un difícil momento.  El derbi volvía a estar más emocionante y vivo que nunca de cara a la segunda mitad.

Sorloth, lesionado, deja su puesto a Oyarzabal

Nada más reanudarse el encuentro se produjo una malísima noticia para la Real. Sorloth tuvo que abandonar el campo por lesión mientras recibía el cariño de su afición y su puesto en ataque lo ocupó el también ovacionadísimo Oyarzabal, un cambio que no varió el ‘dibujo’ de Imanol Alguacil. 

El Athletic aumentó su presión en busca de la igualada, pero el conjunto donostiarra volvió a asestar un duro golpe a los leones. Kubo le ganó la posición a Yeray con un terrible resultado para el equipo de Valverde: penalti y expulsión directa de su central. Oyarzabal, con enorme sangre fría a la hora de ejecutar la pena máxima, puso el 3-1 en el 63′. Un  minuto después, Unai Simón evitó el cuarto de los txuri urdin en un remate de Brais.

Los leones, pese a la entrada de Berenguer, Zarraga, Muniain, Paredes y Raúl García, acusaron la inferioridad numérica y no terminaron de sacar las garras para meterse otra vez en el partido. El cuadro donostiarra bajó su intensidad, pero supo administrar su preciada ventaja sin excesivos problemas para sumar tres nuevos e importantes puntos que el Reale Arena celebró por todo lo alto junto a sus también eufóricos futbolistas.