La Real Sociedad está decidida y convencida de sacar un mayor partido a Anoeta y desde hace tiempo tiene toda su maquinaria en marcha para conseguirlo. Esta semana el presidente, Jokin Aperribay, junto a otros directivos del club, se reunieron con el alcalde de Donostia, Eneko Goia, y otros miembros de Anoeta Kiroldegia para ir dando pasos hacia delante en su propósito y encauzar de esta manera otras vías de negocio y avanzar en otros ámbitos.
La Real aspira a poder explotar algunos de los espacios que se están generando en las entrañas de Anoeta con la reforma. Quieren habilitarlos para realizar actividades con los patrocinadores, organizar eventos propios e ir desarrollando otras áreas del club que no son la estrictamente deportiva y proyectos como la formación de aulas de estudio para el aprovechamiento de la magnífica conectividad que ofrece Microsoft.
El Ayuntamiento es receptivo a las propuestas, pero esgrime problemas de índole técnico para su desarrollo y la necesidad de cambiar el convenio firmado entre el club y Anoeta Kiroldegia.
Todo pagado
Tal y como había anunciado su presidente, la Real realizó el pasado mes de diciembre el último pago de más de seis millones de euros por la reforma de Anoeta en lo que se refiere al proyecto original, 55, 6 millones en total. No obstante, el coste real, con las mejoras introducidas por el club txuri urdin, se eleva hasta los 78,6 ‘kilos’ y de ahí todavía falta por abonar lo que no está realizado, que es lo correspondiente a la última fase de la reforma: la remodelación de los vestuarios, la sala de prensa y la habilitación de una zona VIP a ras de césped, entre otros trabajos pendientes.
Desde la casa consistorial han mostrado a la Real su satisfacción por la puntualidad en los pagos y por el resultado de tanto esfuerzo por remodelar y actualizar el coliseo de Amara. Hace sólo unas semanas, el Estadio de Anoeta fue galardonado con el ‘Prix Versailles 2020 for Sports’, el principal premio de arquitectura y diseño de instalaciones deportivas que se concede a nivel mundial. Se tuvieron en cuenta factores como innovación, creatividad, reflejo del patrimonio local y eficiencia energética.
La Real quiere comprarlo
El propósito último de la Real es comprar Anoeta para tener su estadio y no sólo ser su usuario. Lo que sí van a lograr es prolongar su derecho a uso, ahora firmado hasta 2033, más allá de 2060. El Ayuntamiento sabe cuál es la intención de la Real y, como propietario, la iniciativa debe ser suya. La adquisición de Anoeta es una ambición peliaguda del club porque el estadio es un bien demanial y es muy complejo el proceso para convertirlo en bien patrimonial, paso necesario para poder cambiar su titularidad.
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