La Salernitana sorprendió a la Fiorentina y se impuso por 2-1 en lo que es la tercera victoria consecutiva de los de Salerno, que mantienen vivo el sueño de la salvación en esta trigésima cuarta jornada de la Serie A.
Lo que hace unas semanas era imposible, ahora puede suceder. La Salernitana se acerca a la salvación gracias a una racha de tres victorias consecutivas y un sólido partido ante una Fiorentina que se juega estar en Europa la próxima campaña.
Los locales salieron desde el principio a por el partido, sin especulaciones. Defensa de tres, cinco medios y dos delanteros para tener presencia en área y por bandas y estar blindados atrás. El plan funcionó, la Fiorentina no fue capaz de frenar al conjunto que dirige Nicola Davide.
Fue tan superior desde el principio la Salernitana, que antes del primer gol en el minuto 8, ya había avisado hasta en dos ocasiones. A la tercera fue la vencida, de la mano del capitán. El bosnio Milan Djuric cabeceó un centro botado desde la esquina para desatar la locura de los suyos en el banquillo y en la grada. Había esperanza de salvarse. La primera parte fue suya, la ‘Fiore’ parecía no haber entrado en el partido.
Los de Salerno gozaron de varias ocasiones más antes del descanso, pero encararon el descanso con el 1-0, un resultado más que favorable que tenían que mantener a toda costa.
Pero el conjunto ‘Viola’ reaccionó para el segundo acto. Salió mucho más enchufado e igualó la contienda por medio de Saponara, que remató a pase de Odriozola, entrado desde el banquillo para dar aire a su equipo por la banda.
La Salernitana vio cómo se escapaba entre sus manos el partido. Pero en el 78, aprovecharon dos errores clamorosos de la defensa visitante para poner el 2-1 definitivo. Bonazzoli devolvió las esperanzas a los suyos y deja el sueño de la permanencia más vivo que nunca para la Salernitana.
Enloqueció la afición cuando pitó el árbitro el final del choque. Se quedan 17º con 25 puntos, a tres del Cagliari -primer equipo fuera del descenso- pero con un partido menos. La ‘Fiore’, por su parte, pierde la oportunidad de asaltar los puestos europeos y se queda séptima.