A menos de un mes para que LaLiga baje la persiana (3-4 de junio), la pelea por no bajar se ha puesto muy cara y está al rojo vivo. Y es que de la décimo cuarta posición que ocupa el Almería a la penúltima donde está anclado el Espanyol sólo hay cinco puntos de diferencia, cuando aún quedan 15 en juego. Al margen del Elche, ya descendido matemáticamente, hasta seis equipos están en un puño.
Los duelos entre directos rivales podrían definir la purga , siendo el Valladolid el que más afronta, hasta tres, seguido de Espanyol y Almería con dos cada uno.
El Espanyol es el que está en situación más crítica pues tras el duro KO en el Pizjuán ha visto como sus opciones de salvación han disminuido sobremanera. Y, además, el calendario no le ayuda nada, ya que el equipo de Luis García está obligado a ganar, al menos, tres de las cinco ‘finales’ que le restan para consumar el milagro. Los pericos tienen tres primeras paradas donde deben salir airosos, es decir deberían vencer, para llegar con chance a las dos últimas finales ante dos rivales directos: Valencia y Almería. Pero antes el Espanyol jugará la madre de todos los derbis, el partido ante el Barça en el RCDE Stadium del domingo 14. El equipo de Luis se juega la vida y el Barça, cantar el alirón. Tras el derbi visitará Vallecas y luego recibirá al Atlético (jornada 36).
El Getafe, el primer equipo por encima del Espanyol y cerrando la zona de descenso, va al Bernabéu la próxima jornada. Recibe en el Coliseum a Elche y Osasuna y se mide al Betis y el Valladolid fuera.
El Valencia, el primero fuera de la zona roja aunque empatado con el Getafe a 34 puntos, juega como visitante ante el Celta, el Mallorca y el Betis. Y recibe en Mestalla al Real Madrid y al Espanyol.
Sobre el papel, los que tienen el calendario más exigido es el Espanyol (dos grandes, el Rayo y dos directos rivales en las dos últimas jornadas) y el Valladolid, con tres citas ante dos competidores y las visitas de Sevilla y Barcelona.
La lógica puede acabar dinamitada en una recta final donde los milagros se dan. A dicha gesta se aferra un Espanyol en la UVI pero acostumbrado a vivir al filo del abismo y no siempre se ha caído.
Así está la lucha por evitar el descenso