Los cuatro semifinalistas de la Supercopa saltan sin red a la Copa del Rey para enfrentarse a cuatro clubes de la controvertida Segunda B, la división más enredada del fútbol español, donde hay equipos y estadios de todas las características, deportivas y económicas, sin un patrón de juego determinado por el que se les pueda catalogar a priori.
Con el Navalcarnero ya clasificado para octavos, Alcoyano, rival del Real Madrid, Cornellà (Barcelona), UD Ibiza (Athletic) y Córdoba (Real Sociedad) son cuatro ejemplos de esa diversidad de estilos que buscan como denominador común su noche de gloria. Pablo Alfaro (Zaragoza, 51 años), entrenador del Córdoba, tercero del subgrupo B del grupo cuarto, conoce bien los avatares de la categoría. “La Primera y la Segunda son homogéneas en todo. La Segunda B es una jungla. Cada club es un mundo. Unos se entrenan por la mañana, otros por la tarde. Unos tienen césped natural, otros artificial de distintas clases. En cuanto al juego, también encontramos de todo. Equipos que proponen, que quieren salir jugando desde atrás y otros que juegan más directo aprovechando las medidas y el estado de su campo. Aquí todavía encuentras barro, mucho barro. Hemos pasado de 80 clubes a 102, aún más diversidad”.
Alfaro considera que de los cuatro clubes que se van a encontrar los cuatro equipos que vienen de disputar la Supercopa, el Córdoba es el más parecido a un club del fútbol profesional. “Por historia, el estadio, la estructura, el propio estilo de juego. Intentamos defender alto, llegar a la portería contraria con un buen trato del balón, tenemos buenos futbolistas… Lo que sí tengo claro es que en esta categoría si no te fajas, si no corres, no consigues nada. Como escuché decir en una charla motivadora, el talento sin esfuerzo no es talento, es cuento”.
Juan Carlos Carcedo (Logroño, 47 años), después de 14 años en la élite continental al lado de Unai Emery, ha decidido caminar solo como técnico y su primera experiencia le ha llevado hasta la UD Ibiza, líder del subgrupo B del grupo tercero. En su mismo pelotón están el Cornellà y el Alcoyano, por lo que conoce bien a los rivales del Barcelona y del Real Madrid. Asegura que se ha llevado una favorable sorpresa de una categoría que no conocía tanto.
“Indudablemente hay equipos de todos los estilos pero en general los equipos quieren jugar el balón. Posiblemente antes no era así, era un fútbol más físico, pero ahora puedo asegurar que en Segunda B se ven buenos partidos. Los campos te marcan mucho, eso sí. El nuestro es de hierba artificial de primera generación y es grande. Se puede jugar, pero a los equipos que no están acostumbrados les cuesta sobre todo si hay rachas de viento, que en Ibiza tenemos. También hay jugadores de calidad y una buena mezcla de edad. Tenemos que tener seis menos de 23 años y aunque todos los equipos tienen hombres de más de 30 años, están muy equilibrados. Es bueno tener esos veteranos que ayudan a los jóvenes”.
Carcedo, orgulloso de la marcha de su equipo y de ser un equipo reconocible en cuanto a estilo se refiere, conoce de primera mano al Alcoyano, el rival del Real Madrid, un rival particular dentro del grupo. “Es el más físico al que nos hemos enfrentado. Te obliga mucho en los córners y faltas. Hasta en los saques de banda. Tiene gente grande, poderosa. Meten en el área seis o siete jugadores. A nosotros nos marcaron en un saque de esquina el único gol que llevamos en contra. Te llevan al duelo físico. Su estadio no es muy ancho. Creo que va a hacer frío, será de noche… Si el Madrid no se mete en el duelo va a sufrir. Nosotros allí ganamos (1-2), pero nos tuvimos que poner mono de faena”. Alfaro ratifica esa opinión: “Es un equipo muy agresivo, de los que complica la vida al rival”.
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