Tras la rotunda victoria cosechada frente a Zambia la víspera, la selección española realizó este jueves un corto entrenamiento de recuperación en la ciudad de Auckland antes de poner rumbo de nuevo hacia Palmerston North, su campo de base en Nueva Zelanda durante el Mundial femenino de fútbol 2023. Las sensaciones son muy buenas en este estreno mundialista, el mejor de la historia, y las caras de alegría y satisfacción reinaban en la sesión.
El combinado dirigido por Jorge Vilda hizo ejercicios de baja a moderada intensidad en el estadio North Harbour. La gran ausencia fue la delantera Athenea del Castillo, quien sufrió un posible esguince en el tobillo durante el partido ante Zambia. La jugadora no fue capaz de salir por su propio pie y tuvo que abandonar el terreno de juego en brazos de miembros del cuerpo técnico.
Ni el cuerpo técnico ni el departamento médico se han pronunciado hasta el momento sobre la situación de Athenea, aunque el seleccionador español indicó en la rueda de prensa la víspera que la lesión “a priori no parece demasiado” grave.
Una vez concluido el entrenamiento, las 23 jugadoras se desplazaron una vez más a Palmerston North, un pequeño pueblo a unos 150 kilómetros de la capital Wellington y donde se alojarán durante el Mundial.
El próximo compromiso de las españolas será el próximo día 31, cuando se enfrentará a Japón en el Estadio Regional de Wellington por el liderato del grupo C, ya que ambas selecciones han ganado sus dos partidos anteriores.
El rival de La Roja en octavos saldrá del grupo A, conformado por la coanfitriona Nueva Zelanda, Noruega, Filipinas y Suiza. En caso de una victoria, España se medirá a la segunda de ese cuadro, mientras que se enfrentará a las primeras si termina la fase de grupos en el segundo puesto.