“Tengo a 23 Balones de Oro en el equipo”, dijo Jorge Vilda en un alarde de euforia tras la goleada a Suiza (1-5) para alcanzar por primera vez en la historia los cuartos de final. La frase resume el orgullo, la alegría y el mensaje de optimismo que reina en la selección española.
Hay licencia para soñar. Hay talento sobre el césped, un juego alegre, una ambición sin límites y muchas ganas de demostrar al mundo que quieren y pueden hacer algo grande. El camino no va a ser plácido. Los cuartos de final se juegan en la madrugada del jueves al viernes (3h) ante la vigente subcampeona mundial y campeona de Europa en 2019, Países Bajos, un rival que no se cansa de sumar gestas y que está dispuesto a llegar muy lejos. Eliminó ayer a la Sudáfrica de Kgatlana por 2-0 con un juego que apuesta por el balón y la verticalidad sin perder la contundencia defensiva. Sin excesiva estridencia, con un fútbol atrevido, las neerlandesas van superando pruebas con una Lieke Martens en estado de gracia y una Jill Roord que ya suma cuatro goles en cuatro partidos para erigirse en la segunda máxima anotadora -junto a la alemana Alexandra Popp, ya eliminada- del torneo, solo por detrás de la japonesa Hinata Miyazawa, con cinco.
La centrocampista ‘oranje’ ya marcó el gol decisivo para ser primeras de grupo frente a Estados Unidos y protagonizó un doblete en la goleada ante Vietnam. Las jugadoras azulgrana de la Roja la conocen bien de la pasada final de la Champions ante el Wolfsburg, donde fue una auténtica pesadilla. En la retaguardia destacan las incombustibles Groenen y Van de Donk, un muro atrás.
No obstante, las armas de la Roja son poderosas. Las de Vilda son las reinas de la posesión: ante Suiza en octavos volvieron a tener el 70% del dominio del balón, el porcentaje más alto en un partido de eliminatorias en las últimas cuatro ediciones del Mundial, y ejecutaron 671 pases de los que 606 fueron acertados (90,3%). Además, solo se recibieron dos remates, también el registro más bajo en los últimos cuatro Mundiales, y es la segunda selección más goleadora con 13 goles, por los 14 de Japón.
Y si hablamos de nombres propios, la magia de Aitana Bonmatí, a quien la ESPN ya le atribuye el próximo Balón de Oro- para liderar a este equipo, el carácter de Irene Paredes y Laia Codina en defensa, el descaro de Salma Paralluelo a sus 19 años, los galones de Jenni Hermoso en su último Mundial y el desborde de Ona Batlle y Alba Redondo permiten soñar en grande. El seleccionador Jorge Vilda se ha sacado de encima -por el momento- las críticas más punzantes para ganarse la confianza de la afición tras haber sorteado varias crisis.
En un Mundial insólito, donde las favoritas Alemania y Brasil no pasaron por primera vez de la fase de grupos, se daba ayer una nueva sorpresa con la eliminación de la vigente campeona Estados Unidos ante la Suecia de Rolfö en la tanda de penaltis más cruel. Así, en caso de pasar ronda, el rival de España en semis saldría del ganador Japón- Suecia, el martes 15 de agosto a las 10 horas. La hoja de ruta está marcada y España camina sin perder de vista el horizonte