¡Cómo nos han callado la boca! A mí y a todos los que no dábamos un duro por las opciones de esta selección española, un equipo huérfano de las estrellas de antaño pero que tras lo visto estas últimas tres semanas mantiene su mismo ADN ganador. España ha puesto broche de oro este domingo a la gesta continua que ha sido este Eurobasket 2022 pasando por encima de Francia en la final (88-76) y haciéndose así con el cuarto título europeo de su historia tras los de 2009, 2011 y 2015. En el torneo de la Serbia de Nikola Jokic, de la Grecia de Giannis Antetokounmpo o de la Eslovenia de Luka Doncic el rey ha vuelto a ser el de siempre, la incombustible España.
La selección española tiene muchos éxitos a sus espaldas pero posiblemente este es el que tenga un mayor mérito. Sin los hermanos Gasol ni Sergio Rodríguez, retirados de la Selección igual que lo hicieron antes Calderón, Navarro o Reyes, y con diversas bajas por lesión como Ricky Rubio, Llull o Claver, Sergio Scariolo tuvo que formar el equipo con un único integrante de la victoriosa vieja guardia, Rudy Fernández, y una pléyade de antiguos secundarios, que al final han acabado superando con matrícula de honor esta reválida, en especial los hermanos Hernangómez. Ha ayudado, y mucho, el liderazgo en la dirección de Lorenzo Brown, cuya nacionalización exprés es muy discutible desde el punto de vista ético pero no lo es en absoluto desde el deportivo. Con todo, más que de nombres propios, al hablar de la Selección campeona ayer en Berlín hay que referirse al colectivo, al gran trabajo de todo el grupo. Una vez eran los tapones de Garuba, otras los triples de Rudy, las más los robos de un colosal Alberto Díaz… todos han aportado un mundo a este éxito.
España, que había tenido que remontar grandes diferencias en todas las eliminatorias previas (11 en octavos ante Lituania, 15 en cuartos ante Finlandia 10 en semifinales ante Alemania) no quiso vivir este mismo problema en la final. En una primera parte de videoteca, la Selección llegó a ponerse 21 puntos arriba (47-26) gracias a una defensa excelente y a la catarata de triples que salía de las manos de Juancho Hernangómez. Francia hizo honor a su condición de favorito con que partía en la final al protagonizar una recuperación asombrosa que le colocó a solo 3 puntos (49-46) a poco de iniciarse la segunda mitad. Pero hasta ahí dejó España llegar a los franceses, en un nuevo episodio de frustración ante su histórica ‘bestia negra’ de las dos últimas décadas, a la que ha ganado en 18 de sus 22 últimos enfrentamientos en un Eurobasket.
La Selección culminó con su triunfo en la final un Eurobasket fantástico, con un único desliz en la primera fase ante Bélgica cuando los errores aún eran subsanables. Finalizó primera del Grupo A tras imponerse a Bulgaria, Georgia, Montenegro y Turquía y después aprovechó un cuadro amable para superar en las eliminatorias a Lituania (tras una prórroga), Finlandia y Alemania.
El oro que se colgaron ayer los jugadores españoles no hace sino confirmar el gran dominio de nuestra selección en el basket europeo del Siglo XXI. España se ha colgado medalla en diez de los últimos 11 Eurobasket (solo falló en Serbia 2005, donde fue cuarta) y durante las dos últimas décadas a esas medallas europeas ha sumado dos oros en sendos Mundiales (2006 y 2019) y tres medallas olímpicas (dos platas en 2008 y 2012 y un bronce en 2016).
Dijimos adiós uno a uno a los principales integrantes de la mejor generación de nuestro baloncesto y ello nos llevó a pensar que el árbol de los éxitos constantes ya se había secado. Pero nos equivocamos: los brotes verdes se han convertido en robustas ramas y siguen dando frutos de primera calidad. Hay cosecha para rato.