Ya cubiertas las primeras dos semanas de la preparación del Eurobasket, la selección española ha ofrecido motivos de esperanza y algunas dudas en sus ensayos iniciales de esta nueva era. Más allá de los resultados de los tests ante Grecia (derrota en Atenas frente a Giannis Antetokounmpo por 86-70 y victoria en Wizink por 87-80), el combinado de Scariolo ha alternado fases de lógica desadaptación con algunas rachas (pocas) de acierto e inspiración.
Esta claro que se trata de la renovación más profunda que afronta la Selección en las últimas décadas, con la dificultad que ello conlleva tras años de éxitos, pero por delante quedan todavía casi tres semanas de rodaje para poner a punto el equipo. Por de pronto, falta perfilar la composición definitiva del grupo, integrado ahora por 16 jugadores y a la espera de comprobar si Usman Garuba va a poder superar sus problemas físicos incorporarse.
“Va un poco mejor, pero su condición física está lejos de la aceptable para jugar al llevar mucho tiempo parado por la lesión. Va con retraso, pero le esperaremos un poco más”, dijo Scariolo sobre el de Azuqueca, que debería convertirse un pilar interior, especialmente defensivo en los esquemas del equipo.
De momento sin él, el equipo finaliza un pequeño descanso y se reúne de nuevo este domingo en Las Palmas para preparar dos partidos amistosos frente a Lituania (el martes en el Gran Canaria Arena) el jueves en Vilnius). Tras ello afrontará los dos encuentros de las Ventanas del PreMundial, insertados en esta fase de rodaje, ante Islandia en Pamplona y contra Países Bajos en Amsterdam.
La integración de Lorenzo Brown ayuda a paliar los problemas en la dirección, atenuados en parte cuando Llull ha estado disponible. El de Rockford, un jugador con vocación de juego colectivo y no tanto desequilibrante, ha estado irregular y necesitará más rodaje para ser fiable en la rotación exterior, como se prevé.
Aunque sin anotar y con apenas ocho minutos en pista, más explosivo fue el joven Juan Núñez en esa posición en su debut internacional. “Está yendo todo muy rápido, pero trato de disfrutar de esta experiencia. Es lo mejor que puedo sacar de esto”, dijo el base del Madrid, que acabo ovacionado tras unos minutos brillantes en defensa y dirección.
Junto a él, también resultó destacable la aportación de otro de los jóvenes, Jaime Pradilla (12 puntos y 4 rebotes en 22 minutos), ganando puntos para mantenerse en el grupo por calidad y confianza en este puesto de ‘cuatro’ tan importante.
Por lo visto ante Grecia en estos dos partidos, Willy Hernangómez está llamado a ser el referente en volumen de lanzamientos. El pívot madrileño debe ser el faro interior en los esquemas, si bien el equipo no ha acabado de encontrarse todavía cómodo con él y su hermano Juancho en pista.
Sí que lo hizo, en cambio, con los dos veteranos Rudy Fernández y Sergio Llull en pista en el último partido ante el combinado heleno. Con un papel muy definido de revulsivos saliendo del banquillo, los dos jugadores baleares se erigieron en los otros dos elementos fiables para este nuevo proyecto, aportando experiencia, fiabilidad en el lanzamiento exterior y astucia también en defensa. Valores todos ellos muy necesarios para afrontar el desafío más exigente de los últimos lustros.