Se dice que la edad es solo un número, y que sentirse mayor o no, depende más de cómo se afronta la vida. Esta idea le viene como anillo al dedo al curioso caso de Fernando Alonso, que a sus 39 años (cumplirá los 40 en junio), se siente como aquel chaval que debutó en la Fórmula 1 hace algo más de 20 años, con solo ‘19 primaveras’. Pero con una gran diferencia, una experiencia enorme, dos campeonatos del mundo y el haber demostrado que puede ser competitivo en cualquier especialidad, incluso en una tan diferente a la F1 como el Dakar. Ahora, tras dos años de cumplir sueños, el ovetense se planta en la F1 con 39 palos pero el mismo hambre y motivación que siempre. Incluso más. Lo hace liderando el proyecto de Alpine, muy consciente de que en 2021, debido a que los coches son meras evoluciones del año anterior, no podrá pelear por victorias. Si piensa en ‘pescar’ algún podio en río revuelto. Y sobre todo, en llevar a su equipo a lo más alto más allá del 2022 a partir del enorme cambio de regulaciones que habrá el próximo curso. Ante todo ello, su edad le da exactamente igual. Son muchos los que en los últimos años le han preguntado por ella. Y de nuevo, en la rueda de prensa oficial de la FIA, previa a su estreno oficial con Alpine en el GP de Bahrein de F1 este viernes, volvieron a preguntarle por ello. De nuevo, su respuesta no dejó indiferente a nadie.
“Se repite mucho la pregunta de mi edad. Me sorprende. El tipo que domina el deporte tiene 36 años, así que no es que yo tenga 20 años más”, dijo el ovetense, y es que como bien dice, Lewis Hamilton tiene solo 3 años menos que él. Aquí, la diferencia, más que la edad, la marca un Mercedes infinitamente superior al resto. En ese sentido, Fernando, consciente de que este año le tocará pelear en la zona media y ayudar al conjunto a crear el ansiado coche de 2022 con el que quiere volver a reinar, expresó su deseo firma de volver a luchar por títulos a corto/medio plazo.
“Quiero ponerme a prueba y ayudar al equipo en una fase importante como el paso de Renault a Alpine. Estoy buscando ayudar con mi experiencia, esperando a los cambios de 2022. Estaré contento si crecemos juntos. No me he fijado un periodo, tengo solo que buscar de disfrutar al máximo el camino. Al mismo tiempo, he trabajado duro para lograr mis sueños. Quiero volver a ganar carreras y el Mundial, pero no hay un periodo de tiempo claro marcado para lograrlo”, expresó, sin poder asegurar que en 2022 pueda lograrlo. Y es que como bien dijo hace meses el ovetense, la F1 no es una matemática exacta y dependerá de cómo Alpine y el resto de equipos logre interpretar el reglamento de 2022. El que lo haga mejor, se llevará el gato al agua en el nuevo reparto de cartas.
Por ahora pero, Fernando se centra en su primer objetivo, el GP de Bahrein, al que llega con solo día y medio de rodaje con su coche, el Alpine A521. Poco tiempo para estar al máximo, aunque el ovetense realizara varios test con un Renault de hace varios años para encontrar su mejor nivel.
“Fue bonito volver al coche (en los test de pretemporada), agradable tener esa sensación de competencia en la pista, incluso si fue un test. Fue breve, pero intentamos hacer todo lo posible. Se necesita tiempo para encontrar el ritmo. No estoy al 100% de nivel aún. Pasa lo mismo a los que cambian de equipo (Sainz, Ricciardo o Vettel, que tampoco han podido rodar más de un día y medio con sus nuevos monoplazas). Hay muchas cosas nuevas a las que adaptarse. Siempre te sientes más cómodo con el coche tras cinco carreras”, expresó, dejando claro que su vuelta al ‘Gran Circo’ será de menos a más y que habrá que esperar unas cuantas carreras para verle exprimiendo al máximo su nuevo bólido.
En cuanto a su coche, Fernando se mostró optimista en cuanto a la mejora del motor Renault: “Estamos satisfechos con la unidad de potencia, es una evolución y no hemos sufrido problemas. Hemos mejorado la fiabilidad respecto al pasado y es una mejora impresionante por parte de todos”.
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