La temperatura perfecta a la que debes poner la lavadora para ahorrar en luz

Teniendo en cuenta que el precio de la luz registra máximos históricos, es importante conocer algunos consejos prácticos para ahorrar todo lo posible en la factura. Por suerte, es suficiente con hacer algunos pequeños cambios, como poner la lavadora a una temperatura determinada. Este es uno de los electrodomésticos más utilizados en el hogar, y también uno de los que más consumen.

Lo primero que debemos saber es que cada tipo de prenda tiene que lavarse con la temperatura especificada en su etiquetado. Hay algunas prendas delicadas, como las camisas de seda o de lino, que requieren cuidados especiales para no dañar el tejido y alargar su vida útil.

Una vez tenemos esto en cuenta, la temperatura a la que ponemos la lavadora es importante para ahorrar en la factura. Algunas coladas necesitan agua caliente, y en este caso podemos optar por poner un programa a 40 grados en lugar de ponerlo a 60 grados.

Tal y como explica la Organización de Consumidores y Usuarios, los resultados van a ser los mismos en lo que a la limpieza de las prendas se refiere. Sin embargo, podemos conseguir un ahorro de hasta un 55% de energía.

¿Cómo ahorrar al poner la lavadora?

Si realmente queremos pagar menos en la factura de la luz, debemos aprender a organizar las coladas como es debido y lavar únicamente cargas completas. Para ello, debemos separar la ropa por colores y tejidos, y seleccionar el programa de lavado más adecuado.

Si la lavadora tiene programa ECO, podemos usarlo para limpiar aquellas prendas que no estén muy sucias. Teniendo en cuenta que el 85% de la energía que utiliza la lavadora es para calentar el agua, un ciclo de lavado a 90 grados consume cuatro veces más energía que un programa a 40 grados.

Como resulta lógico, si la lavadora está sucia no va a hacer sus trabajo como es debido, así que la ropa saldrá sucia, con mal olor o con restos de detergente. Con el paso del tiempo, se acumulan en el filtro cal y moho, así que debemos realizar una limpieza en profundidad de este electrodomésticos cada tres meses.

Y, por último, a la hora de elegir una lavadora nueva, debemos prestar especial atención a la eficiencia del electrodoméstico. Un nivel de eficiencia A tiene un consumo energético un 55% más bajo que la media, mientras que un G, por el contrario, representa un incremento superior al 125%. Otros aspectos a valorar son los litros de agua utilizados y el consumo eléctrico anual.


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