A Hugo Guillamón le está costando entrar en el Valencia y no por el rendimiento que ha dado cuando ha jugado. El central, vasco de nacimiento y valenciano de residencia desde que tenía un año, volverá si no hay sorpresa a ser titular en el centro de la defensa este sábado ante el Huesca y lo hará consciente otra vez de que entra por las lesiones de sus compañeros.
Guillamón debutó con el primer equipo el pasado mes de febrero en Anoeta. Viajó por las lesiones de Garay y Paulista y entró en la segunda parte por la de Eliaquim Mangala. Pero la vuelta de Paulista y la explosión de la pandemia evitaron que tuviera continuidad.
Albert Celades, que fue quien le hizo debutar, sí que se la dio en el regreso a la competición al no poder contar aún con Garay y no fiarse de la capacidad de Mangala para enlazar partidos pero su destitución le condenó de nuevo al banquillo. Apenas le dio un partido, contra el Espanyol, de los seis que dirigió y fue una de sus dos únicas victorias.
Cuando jugó siempre aportó rapidez y buena salida de balón y su cuestionado estatura, alrededor de 1’80, no le dio aparentes problemas.
Acabada la campaña, renovó este verano un contrato que había expirado el 30 de junio aunque eso no evitó que estuviera en las quinielas para salir cedido si finalmente llegaba el ansiado central que quiera Javi Gracia.
Los movimientos del técnico navarro, que aún no le ha usado, le sitúan como el último central de la terna pero ahora la ausencia de fichajes y las lesiones de Mangala y Paulista le han dejado a él y a Diakhaby como únicos centrales disponibles y más que posible pareja titular. Será su tercera oportunidad después de que las dos primeras, por más que cumpliera, no le valieran para asentarse.
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