Una roca gigante, de más de 8.5 millones de libras, que está obstruyendo el paso por una carretera de Colorado no será destruida, por lo que la nueva vía tendrá que ir por un lado.
El gobernador Jared Polis entregó la noticia y en su cuenta de Twitter confirmó que no destruirán la roca, por lo que la piensan convertir en un punto de referencia y visita del estado.
Además, el gobernador aseguró que esto ahorrará impuestos a los ciudadanos, ya que el costo para destruir esta roca, que tiene el tamaño de una casa grande, sería bastante alto.
La idea es volver la roca una pieza geológica digna de visitar y su nombre será Memorial Rock, según confirmó oficialmente el comunicado del gobierno del estado.
Esta roca cayó en la vía el pasado 24 de mayo, cuando se registró un fuerte deslizamiento en la carretera CO 145, cerca de Dolores a unas 380 millas de Denver.
Eran dos rocas gigantes y mientras una fue destruida, la otra se convertirá en un lugar histórico y turístico.
Una vía temporal se puso a disposición de los conductores que transitan la vía y la idea ahora es reparar la carretera por un lado de la roca, para no tener que destruirla, proceso que podría superar los $200,000.