El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos anunció una medida extraordinaria que ha provocado una cadena de caos e incertidumbre migratoria. En acuerdo con México, el Gobierno estadounidense permitirá el ingreso legalmente a un contingente inicial de 24.000 venezolanos, en espera de reducir el flujo creciente de migrantes esta nacionalidad. A cambio, las autoridades mexicanas se comprometen a expulsar a quienes no se apeguen a este nuevo proceso.
La determinación del Gobierno de Biden ha tomado por sorpresa a más de 10.000 migrantes que se encuentran varados desde hace días en Necoclí, Antioquia. La mayoría esperaba viajar hasta el fronterizo poblado de Acandí por mar, pero los boletos se encuentran agotados y la zona se ha visto presa de una sobrepoblación repentina que amenaza con desbordarse. El embajador estadounidense en Colombia, Francisco Palmieri, ha anunciado una visita al lugar el sábado 15 de octubre para analizar la situación
A pesar de la decisión del Departamento de Seguridad Nacional estadounidense, una caravana de más de mil migrantes de Venezuela partió este viernes de la frontera sur de México con miras a llegar a Estados Unidos. Para muchos, no hay otra alternativa, ya que no cuentan con medios para regresar a su país y esperan, sin señales optimistas en el horizonte, que la situación haya cambiado cuando lleguen hasta el añorado cruce fronterizo.
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