Por Armando Guerra
San Juan del Río, Qrp.- 16 octubre de 2021.- No es leyenda, no es mito, es real, en el panteón No. 1 de esta ciudad, en una de sus tumbas existe una singular lápida en la que están escritas estas palabras: “Descansan aquí las cenizas de El Desgraciado” (1848), según sus familiares que hoy radican en el estado de Yucatán y que cada año vienen a visitar su tumba en el mes de noviembre, aseguran que el finado “El Desgraciado” llevaba por nombre Fernando Cárdenas.
Según historiadores, “El Desgraciado” era un conocido comerciante de la comarca sanjuanense , habría sido cruelmente asesinado a cuchilladas, cuando iba a comercializar sus productos a la comunidad de La Estancia, ahí fue cazado por sus victimarios que los mataron con un cuchillo.
Se cree que El Desgraciado fue ejecutado, pues no le robaron nada de su mercancía y pertenencias, más bien, su asesinato se pudo haber originado por un ”ajuste de cuentas”, ya que era un hombre al que se le identificaba como un acosador y enamorador de mujeres en la región.
Infinidad de historias se han tejido en torno a la decisión de aquel comerciante de que en su tumba se le pusiera como “El Desgraciado”, algunas historias aseguran que así fue su deseo final de aquel hombre porque vino a San Juan del Río a probar fortuna, pero como no la logró, su frustración lo llevó a pedir que cuando muriera le pusieran en su tumba esta inusual palabra.
Otra versión, la más apegada a la realidad, señala que el haberle puesto en su lápida “El Desgraciado” se debió a que cuando aquel hombre falleció, no tuvo oportunidad de confesarse y que todo ello se debió a que no alcanzó el perdón de Dios, por lo que sus familiares decidieron que así se le escribiera esta palabra en su tumba.
Esta es pues la historia de una singular tumba que existe en uno de los más antiguos cementerios de esta ciudad, sepulcro al que han incluido en sus recorridos los guías de turistas que trabajan aquí en San Juan del Río.
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