La UE endurece el régimen de sanciones contra Lukashenko en respuesta a su ataque migratorio


El Consejo de ministros de Asuntos Exteriores de la UE ha aprobado este lunes un endurecimiento del régimen de sanciones contra Bielorrusia para poder castigar a todas las empresas que cooperen con el flujo migratorio orquestado por el régimen de Aleksandr Lukashenko hacia las fronteras europeas. La medida, cuyos detalles técnicos están por concretar, apunta a todas las aerolíneas o agencias de viaje que han facilitado la concesión de visados y el transporte a Bielorrusia de ciudadanos iraquíes, afganos o de otros países con la intención de que desde allí entrasen en territorio de la UE a través de las fronteras con Polonia, Lituania o Letonia.

El nuevo régimen que permite esa extensión respecto al marco anterior de sanciones se ha aprobado por unanimidad poco después de comenzar la reunión de los ministros, lo que indica el grado de unidad frente a los ataques híbridos —los que utilizan medios no convencionales, ajenos al ámbito estrictamente militar— de Lukashenko. La contundencia también muestra que la UE no afronta la dramática situación en la frontera de Polonia como una crisis migratoria sino como un ataque deliberadamente organizado por Bielorrusia.

La decisión aprobada por el Consejo, que será publicada el martes en el diario oficial de la UE, añade al régimen de sanciones la prohibición de entrar en territorio de la UE a toda persona física o jurídica que “organice o contribuya a las actividades del régimen de Lukashenko que facilitan el cruce ilegal delas fronteras exteriores de la Unión”, según el borrador del texto oficial al que ha tenido acceso EL PAÍS. El mismo texto prevé la congelación de bienes para las personas designadas. El Consejo añade que la ampliación de criterios para figurar en la lista negra es necesaria “a la vista de la gravedad de la situación”.

El alto representante de Política Exterior, Josep Borrell, que preside el Consejo de ministros, ha señalado que la decisión refleja “la determinación de la UE de plantar cara a la instrumentalización de los migrantes con fines políticos”. Borrell subraya: “Estamos frenando esta práctica inhumana e ilegal”.

La Comisión Europea ha movilizado ya todos sus resortes políticos y diplomáticos para exigir a los países de origen y tránsito del flujo migratorio que eviten la salida de personas hacia Bielorrusia ante el riesgo de que acaben varadas en tierra de nadie ante las fronteras europeas. El vicepresidente de la Comisión, Margaritis Schinas, se desplazó la semana pasada con ese objetivo a Emiratos Árabes Unidos y a Líbano. Y esta semana planea visitar Bagdad y Ankara con el mismo propósito.

Borrell ha asegurado antes de la reunión de los ministros que la gestión de Schinas está dando resultado y que los vuelos hacia Minsk “casi han parado ya”. El jefe de la diplomacia europea cree que “la UE ya tiene la situación bajo control”. Bruselas ha recurrido a medidas de presión relacionadas con los intereses de cada país. En el caso de Emiratos, por ejemplo, se han esgrimido las negociaciones sobre liberalización de visados, que podrían quedar aplazadas o suspendidas si no se aprecia cooperación, según detallan fuentes comunitarias.

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La gira de Schinas llevó a anuncios inmediatos de suspensión de vuelos o de prohibición de embarque con destino a Bielorrusia para ciertas nacionalidades. La colaboración de Turkish Airlines ha dejado además sin posibilidad de vuelos a la compañía bielorrusa Belavia, que utilizaba su presencia en la misma alianza de aerolíneas para explotar el aeropuerto de Estambul como vía de traslado de emigrantes.

El cierre de algunas rutas directas, sin embargo, parece haber provocado el desvío de los migrantes hacia otros trayectos. En concreto, hacia vuelos con escala o destino en Moscú, desde donde resulta factible volar a Minsk.

Más sanciones

La UE también ultima un quinto paquete de sanciones contra el régimen de Lukashenko, después de los cuatro aprobados desde que Bruselas calificó como pucherazo las elecciones presidenciales de agosto de 2020 en Bielorrusia. De adoptarse, la decisión supone añadir nombres de individuos y empresas bielorrusos a la llamada lista negra de sancionados. En total la componen ya 166 altos cargos bielorrusos, incluido Lukashenko, a quienes se ha prohibido la entrada en territorio de la UE y se amenaza con la incautación de los bienes de que dispongan en cualquiera de los 27 países de la Unión. En ese listado también figuran 15 empresas bielorrusas.

En junio de este año también se prohibió a las líneas aéreas bielorrusas sobrevolar el espacio aéreo europeo así como aterrizar o despegar en los aeropuertos comunitarios. Ese castigo llegó tras el secuestro por parte de las autoridades bielorrusas de un vuelo comercial de Ryanair, al que se forzó a aterrizar en el aeropuerto de Minsk para detener a un disidente bielorruso que formaba parte del pasaje.

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