EL PAÍS

La UE enviará hasta un millón de proyectiles a Ucrania en los próximos 12 meses

Los Veintisiete quieren entregar hasta un millón de proyectiles de artillería a Ucrania en los próximos 12 meses. A ello se han comprometido este lunes en Bruselas los ministros de Defensa y Asuntos Exteriores de la UE, que para cumplir con una cuota ambiciosa pero que se queda lejos de las expectativas de Kiev echarán mano de sus propios arsenales mientras aceleran nuevas compras conjuntas, especialmente pedidos a la industria europea.

“El objetivo es proporcionar un millón de proyectiles en un año”, ha confirmado el alto representante para Política Exterior de la UE, Josep Borrell, para quien el acuerdo cerrado este lunes constituye un mensaje “claro” al mundo y, concretamente, a Rusia: “Ucrania puede seguir contando con la UE”, ha dicho en rueda de prensa.

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Para hacer más eficiente esta adquisición acelerada de municiones —y hasta misiles, “si Ucrania así lo solicita”, según lo pactado— a un sector, el armamentista, al que se exigirá un esfuerzo y capacidades suplementarias, al menos 18 países ya han firmado un primer acuerdo para activar la compra en común de los proyectiles que más reclama Kiev a través de la Agencia Europea de Defensa (EDA, por sus siglas en inglés). Esos 18 Estados son 17 miembros de la UE más Noruega.

España es el gran ausente de este primer contrato conjunto que se realizará a empresas de la UE o noruegas (Bruselas ha identificado 15 compañías en 11 Estados miembros capaces de producir los proyectiles de 155 mm). Pero el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha asegurado en Bruselas que se debe solo a unas “formalidades administrativas” del Ministerio de Defensa que estarán finalizadas “en muy poco tiempo”. Una cuestión de “días”, aseveran fuentes diplomáticas. Borrell se ha dicho confiado en que, en breve, más de 20 Estados acabarán uniéndose a la plataforma de compra conjunta.

El acuerdo forma parte del plan elaborado por el alto representante para Política Exterior, que prevé hasta 2.000 millones de euros para acelerar la entrega de los proyectiles de 155 milímetros que más reclama Kiev. No obstante, los compromisos políticos alcanzados en Bruselas se quedan cortos ante los requerimientos de Ucrania, que calcula que necesita, en el estado actual del conflicto, hasta 400.000 obuses al mes.

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“Ucrania necesita más de un millón de proyectiles, este es un paso adelante claro y sólido, pero desde luego no va a ser suficiente”, había advertido el jefe de la diplomacia de Estonia, Urmas Reinsalu, cuyo país estima que se necesitan como mínimo 4.000 millones de euros para cubrir las necesidades ucranias de munición.

En su encuentro en formato jumbo —ministros de Exteriores y Defensa juntos—, los representantes de los Veintisiete validaron, con algunos arreglos, el plan de tres vías de Borrell: un primer paquete urgente de 1.000 millones de euros del Fondo Europeo para la Paz (EPF, por sus siglas en inglés) para reembolsar a los Veintisiete por la entrega inmediata de munición de sus arsenales nacionales o si dedican a Ucrania los pedidos ya realizados y que vayan a ser entregados antes del 31 de mayo.

A esta primera vía rápida se une un segundo pilar, para el que están previstos otros 1.000 millones de euros del mismo fondo extrapresupuestario europeo para impulsar las compras conjuntas para Ucrania de munición (además de para recomponer los suministros propios), especialmente a través de la EDA. En un comunicado, la Agencia Europea de Defensa ha indicado que prevé dos vías: por un lado, un procedimiento “acelerado” de dos años para adquirir munición de 155 mm, el más reclamado por Ucrania y que, según el organismo, “envía un mensaje claro a la industria y refuerza el apoyo de la UE a Ucrania tras la guerra de agresión de Rusia”. El plazo máximo para hacer estos pedidos se ha fijado en el 30 de septiembre, aunque fuentes comunitarias habían indicado que esperaban poder recibir los primeros encargos “a finales de mayo”. Un objetivo “ambicioso pero posible”, dijeron. Los tiempos son clave, porque la industria, con su capacidad actual, tarda una media de un año en entregar las municiones encargadas.

Además, la EDA propone un segundo plan de siete años para adquirir “múltiples” tipos de municiones con los que seguir completando los arsenales propios.

Finalmente, en una tercera fase del plan de Borrell, ya a más largo plazo, se prevén medidas para incentivar el aumento de la capacidad de producción de la industria armamentista europea. Los ministros han decidido limitarse a pedirle a la Comisión “propuestas concretas” para ello. No hacen referencia así a las iniciativas que había adelantado el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, que entre otros quiere convencer al Banco Europeo de Inversiones (BEI) para que haga préstamos a este sector, algo que es hasta ahora un tabú político. Pero los tabúes caen desde hace tiempo en Europa. “Estamos dispuestos a hacerlo a través de inversiones procedentes del presupuesto de la UE”, ha aseverado este lunes Albares.

Los ministros también han aceptado “considerar” la posibilidad de incrementar el EPF en otros 3.500 millones de euros, en vista de que los 2.000 millones aprobados en el Consejo Europeo en diciembre serán finalmente destinados de forma íntegra a la munición para Ucrania. Parte de los Estados miembros habían condicionado en los pasados días este nuevo incremento de los fondos del instrumento extrapresupuestario, que todavía no es firme, a que los nuevos fondos no se dediquen solo a Ucrania, ya que temen que se desatiendan otros conflictos internacionales que requieren también ayuda de la UE.

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